Hoy 13 de enero de 2013 mi padre hubiese cumplido 68 años.
Por ser un gran deportista y el responsable principal de que tanto mis hermanos como yo hagamos deporte, y por lo tanto, de ser responsable principal de que este blog dedicado al deporte exista, me pareció apropiado hacerle un pequeño homenaje aquí en el día de su cumpleaños.
Pensé en escribir yo algo sobre el, destacando su lado de deportista, jugador de balonmano en la juventud y maratoniano en la madurez, pero mirando cosas guardadas encontré un recorte de periódico con un pequeño artículo de opinión que le dedicó Nicolás de la Plata, persona vinculada al deporte granadino en general y al balonmano en particular desde hace más de 30 años, y me pareció justo recuperarlo y exponerlo aquí hoy.
Muchas felicidades papá, eras único e irrepetible, como todos los padres.
Artículo de Opinión, Periódico Ideal de Granada, octubre de 2001:
«El deporte granadino se ha quedado sin uno de sus personajes más sobresalientes, Jesús Ruiz Pascual, quién falleció trágicamente junto a su mujer Conchi y dos familiares el pasado fin de semana. Cuantos hemos tenido el honor de tratarlos, de ser sus amigos, sabemos de su valía y nobleza, así como de su ilusión por todo el deporte, pero es justo que su perfil sea conocido, y cómo no, valorado por todos.
Peluso, genial apodo dispuesto por el técnico Domingo Bárcenas, fue un excepcional portero de balonmano que llegó a defender los colores de la selección nacional y del añorado Atlético de Madrid, antes de retirarse cercano a los 40 años en el C.D.U de Granada. Bajo ese impresionante palmarés se escondía un caballero del deporte que tan pronto aterrizó en nuestra ciudad se volcó en su organización de modo activo, siendo uno de los impulsores del CITD de Cartuja (precursor del INEF), y Presidente del Club Nevada Cartuja de natación, su otra gran pasión. Desde esos puestos fomentó la creación de nuevas piscinas en la capital, ayudó a optimizar el uso de las piletas privadas, y protagonizó una preciosa disputa deportiva ante su otro gran rival, el Club Natación Granada.
Pero sin duda es el balonmano quién más le debe a Jesús, quien hoy mantiene una deuda pendiente con él. Una vez que ayudó a aupar al Club Deportivo Universidad (CDU) a los primeros puestos del deporte nacional, se puso manos a la obra y como técnico y directivo encabezó una de las más notables empresas en la cantera granadina: primero desde Escolapios, y después como Presidente del Club Balonmano Granada, se convirtió en la pieza fundamental para aunar esfuerzos en un balonmano dividido, y servir como puente de plata entre el desaparecido (en aquella temporada) Universidad de Granada, y el único equipo de División de Honor Masculina de la provincia, el EBM Húetor Tájar. Para ello fundó aquel Club BM Granada, que luchó contra viento y marea para que no se diluyera el balonmano de élite en la ciudad.
Aunque sin duda su mejor obra, y la de Conchi, ha sido sembrar deporte en toda una dinastía de jugadores y nadadores, sus hijos, con Mariano al frente en el ámbito competitivo, que deben saber que el espejo de sus padres no va a caer en saco roto. Ellos, desde Mª Jesús hasta Moisés, son conscientes de que su ánimo y aliento deportivo les van a impulsar siempre desde allá arriba. Granada, y en concreto el balonmano granadino, tiene una deuda que saldar y desde esta tribuna animo a unirnos para ello. ¡Gracias, amigo!»