Ya han pasado bastantes días desde que se celebró la segunda edición del Ultra Sierra Nevada y USN Trail, carreras por montaña de 103 y 62 km respectivamente con desniveles de 5700 y 3000 m positivos respectivamente.
Para muchísima gente era el objetivo principal del año, al menos de la primera mitad del año, preparándose a conciencia durante los meses de invierno y primavera para poder afrontar este gran reto. Simplemente completar a pie en el tiempo establecido cualquiera de las dos distancias es un reto con mayúsculas, no por la distancia en si, si no más bien por el desnivel y las exigencias del terreno. Además había que hacer las primeras 7 horas de carrera en completa oscuridad, la mayoría sin haber dormido e incluso habiendo trabajado ese día con normalidad (era viernes) y a partir de ahí sufrir los rigores del sol y del calor en media y alta montaña en plena ola de calor.
Mi carrera
Mi carrera esta vez no tuvo mucha historia, ni si quiera la terminé entera. Por eso no me voy a entretener mucho en ella. Yo no lo había preparado y corrí más con el corazón y con las ganas de acompañar a mis hermanos y al grupo de Cualquiera Puede Hacerlo, tanto miembros del club como simpatizantes o amigos, que otra cosa. Está claro que no es una carrera para tomársela a broma y aunque yo no me la tomé así porque ya la conocía de la edición anterior , es evidente que la carrera pudo conmigo y eso que iba a la versión Trail, la de 62 km. En el km 42 tuve que abandonar después de pasar parte de la noche arrastrándome por el monte con las piernas destrozadas muscularmente, castigadas sobre todo por las fuertes bajadas.
Sin embargo me fui muy satisfecho a pesar de mi abandono (primera vez que lo hago en mi vida sin ser por una lesión y segunda en total) ya que disfruté y viví toda la previa con el grupo y mis hermanos y pasé 7 horas corriendo a oscuras por el monte en sandalias disfrutando de lo lindo, cruzando ríos sin miedo a mojarme, bajando por ramblas y rieras de arena notando el frescor de la arena en los pies y viendo como mis hermanos y amigos se ayudaban y esperaban los unos a los otros sin importarles lo más mínimo el tiempo final en meta, prevaleciendo el grupo frente al individuo. Algunos de ellos podrían haber entrado en varias horas menos.
Satisfecho de ver la gran cantidad de corredores en sandalias que hubo, incluso mujeres, como Novi y Rocío, de nuestro club, que salieron en zapatillas pero que se cambiaron e hicieron más de la mitad de la carrera en sandalias. Supongo que no se atrevieron desde el principio por ser la primera carrera y por ser de noche, pero me apuesto a que la próxima la hacen así entera.
Satisfecho también por ver que los jueces de la FAM se interesan por los que corremos en sandalias de una manera positiva y por ver que por fin se han dado cuenta de que corremos con seguridad y con responsabilidad, tendiendo todo a normalizarse poco a poco. A los de la distancia trail nos permitieron correr con sandalias sin problema y a los de la distancia Ultra les exigieron llevar en la mochila calzado cerrado o calcetines adecuados a partir del control de Güejar Sierra (km 62) para así ascender con este material hasta el Veleta, pero sin la obligación de llevarlo puesto. Una medida que me parece bastante lógica y que aceptamos con normalidad. En caso de accidente o lesión a 3000 m de altitud puedes necesitar abrigo.
Alimentación
Tomé la salida, que era a las 24.00 h, sin haber comido nada desde el medio día. En la mochila sólo llevaba varias dosis de UCAN en polvo , ampollas de agua hipertónica Totum Sport y dos botes de agua vacíos (uno para agua y otro para preparar el UCAN). Cada 2 horas me tomé una ampolla de Totum. La primera dosis de UCAN a las tres horas aprox., en el avituallamiento del km 20. A parte de eso, sandía en cantidad en el primer avituallamiento (km 10), en el segundo (km 20) y en el tercero (km 30). En este me preparé otro bote de UCAN, pero como desde el 33 ya sabía que en Quéntar (km 42) me quedaba y no me apetecía bebérmelo, sólo le di algunos sorbos.
A pesar de no haber entrenado nada en montaña, de haber corrido poquísimo en los últimos meses, del machaque muscular que le estaba dando a las piernas y del calor asfixiante que hacía, ni un atisbo de calambre. Algo que hace unos meses cuando no conocía Totum (en Jarapalos en noviembre por ejemplo) no hubiera podido ni imaginar. Cuando me retiré le di las ampollas que me quedaban a un par de amigos y nada más entrar en meta lo primero que me dijeron es que les habían salvado la carrera. UCAN y Totum Sport, mejor combinación para comer y beber en un ultra imposible.
Héroes anónimos
La segunda edición del Ultra Sierra Nevada ha supuesto un notable crecimiento respecto a la edición anterior. Se ha doblado el número de participantes inscritos, se ha integrado la distancia larga en el circuito de la Spain Ultra Cup y se ha proyectado la carrera a nivel internacional, atrayendo a bastantes corredores de distintas partes del mundo. Está claro que Sierra Nevada y Granada venden y están sabiendo aprovechar eso. También se ha mejorado mucho en la difusión de la carrera en redes sociales y en medios digitales y en mi opinión, ha sido un acierto y una mejora pasar la salida al Paseo del Salón. Además, meter los primeros kms por el Albaicín, aunque es algo incómodo por la estrechez de algunas calles, creo que también es un acierto, ya que se vende la imagen de Granada y se obtienen fotos espectaculares de los corredores con la Alhambra al fondo, algo que gusta mucho a la prensa y que suelen destacar en periódicos e incluso en TV. !Salieron imágenes hasta en el TD de TVE!
Todo eso está muy bien, igual que atraer a grandes corredores, hace que la carrera gane mucho en difusión y publicidad. Pero una carrera se gana el respeto y el cariño de los corredores con otras cosas. Para que una carrera se consolide y llegue a lo que son carreras referentes como los Penyagolosa Trails, la Transgrancanaria, Transvulcania, GTP, etc., en España o el mítico UTMB en el Mont Blanc , carreras con miles de participantes inscritos mediante sorteo porque las peticiones en algunos casos cuadruplican las plazas disponibles, hay que cuidar el detalle y hay que cuidar a los corredores, desde el primero al último y si me apuras más al último que al primero.
Una carrera no se hace grande y atractiva porque venga a correrla el mismísimo kilian, aunque eso tenga repercusión en los medios. Una carrera se hace grande cuando el corredor popular, ese que va a a tardar el doble que el primero, se siente durante todo el recorrido tratado, valorado y atendido como si fuera el primero. Cuando si te retiras en los puntos de control te recogen y no te hacen esperar horas y horas sin saber cómo te vas a ir de allí. Cuando en un avituallamiento, aunque seas del grupo de cola, sigue todo montado como cuando ha pasado el primero y te dan agua fresca, te atienden y te miman, reponiéndote y animándote a seguir. Cuando, llegues a la hora que llegues a meta, hay un speaker que te recibe gritando tu nombre y felicitándote como si hubieras ganado tu, con duchas, comida caliente, bebidas frías, masaje, animación, etc. Carreras en las que sientes que te valoran, que aprecian y reconocen tu esfuerzo por cada punto que pasas, aunque los primeros hayan pasado hace horas.
Eso pasa en la MIM de Castellón, por ejemplo, y por eso hay miles de solicitudes y se tienen que sortear 1500 plazas (el doble del total del Ultra Sierra Nevada 2015 en sus dos distancias). Carreras en las que son muy conscientes de que los héroes no son sólo los primeros, si no todos los demás. Carreras que hacen que cada corredor vuelva a su casa con las piernas doloridas pero con una gran sonrisa, deseando volver para sentirse parte de nuevo de todo eso y lo que es mejor, deseando volver con más amigos y familares, y a ser posible con más antelación para vivirlo todo más. Carreras en las que saben que la opinión de cada corredor cuenta y que el boca a boca, las RRSS y los pequeños blogs van a transmitir realmente y sin conflicto de intereses lo que pasa en el interior de esa carrera. Eso es lo que hace que una carrera se acabe consolidando con los años y atrayendo a gente de todos lados, no sólo la dureza extrema del recorrido o el nombre de la ciudad, por muy bonita que esta sea.
Lo que hace que una diputación provincial aporte más de 70.000 € a una carrera no es que forme parte de la Spain Ultra Cup y que vengan tres o cuatro primeros espadas, si no que vengan miles de héroes anónimos que van a tardar 20 horas pero que van a suponer un retorno de la inversión de más de 800.000 € a los municipios de la zona (ver enlace anterior).
Para nosotros los Qs, Ultra Sierra Nevada será siempre especial porque es en nuestra casa, y al igual que a un hijo se le perdona todo, a esta carrera también. Pero tienen que mejorar en muchos aspectos si quieren que los demás corredores, los que vienen de lejos y hacen un tremendo esfuerzo económico, familiar e incluso laboral para poder venir, sigan haciéndolo.
Espero que tanto el organizador de la carrera, del cual me consta su esfuerzo y dedicación, como el director técnico de la misma, tengan en cuenta las opiniones que estos días circulan por la red y escuchen a los corredores anónimos. Que lean sus quejas y peticiones en sus «pequeños blogs de corredores que llevan poco tiempo» y que no se limiten sólo a leer lo que dicen los titulares de prensa sobre la carrera. Escuchando a los corredores, tanto a los que llevan dos años como a los que llevan 20, y puliendo esas cosas, estoy seguro de que el Ultra Sierra Nevada puede convertirse en una carrera de fama mundial y atraer a miles de corredores cada año a correr por nuestro bonitos montes.
Dar la enhorabuena todos, héroes anónimos. A todos los que sacáis tiempo de donde no hay para correr por el monte a base de robarle horas al sueño, a la familia y a los amigos. A todos vosotros pero especialmente a todos los Qs (fuimos el club más numeroso con diferencia en carrera). Gente como Paqui, Ñusi, Jovi, Esther, Rocío, Tite, Migue, Fran, Mariano, Antonio José, Quirós, Ignacio, Pequi, Antonio, Luis, Manuel, Manu, Dani o tantos otros como ellos. Leed el relato de Ñusi sobre su carrera y sabréis lo que os digo.
Y por último, gracias a Manuel, dietista oficial del club, que nos abrió su casa de Güejar y nos dio de comer y beber a todos con una hospitalidad y alegría propia solamente del que lo hace realmente de corazón. Lástima no haberme podido quedar más tiempo allí con voostros, pero prometo hacerlo otro día.
¡Nos vemos en los montes (y en la playa)!