El pasado fin de semana se celebró la primera edición de la Ultra Sierra Nevada , una carrera por montaña con salida en Granada capital y llegada en la estación de esquí de Sierra Nevada, a más de 2000 m de altitud.
La carrera ofrecía tres distancias posibles: USN (83 km con 5682 m de desnivel +, 4356 m de desnivel negativo), USN65 (72 km con 4400 m de desnivel + , 3100 de desnivel negativo) y USN30 (28 km con 1956 metros de desnivel + , 881 m de desnivel negativo). Como se puede comprobar por los datos, no sólo era subir, sino que también había que bajar bastante.
Cuando se presentó esta carrera no tenía pensado hacerla. Eran unas fechas no muy buenas para mi, justo después del verano, y además ya había hecho 2 ultras en este año, la Ultra del Desierto de Tabernas en marzo (67 km) y la Marató i Mitja de Castellón en mayo (63 km). La Ultra Sierra Nevada tenía un perfil que asustaba y además, al ser de Granada y conocer la zona, sabía de sobra que por dureza no iba a quedar. Este tipo de pruebas no se pueden tomar a la ligera y si quieres disfrutarlas y hacerlas en condiciones, hay que entrenarlas específicamente.
A mitad de verano y tras mantener una charla con el organizador de la carrera, le propongo establecer categoría minimalista a modo de promoción en alguna de las 3 categorías y decido inscribirme en la versión intermedia, que es en la que se establece dicha categoría. Sabía que no iba a llegar con demasiada preparación para correr esa barbaridad en montaña, pero si con la suficiente para poder terminarla y disfrutarla siempre que no se me fuera la cabeza más de la cuenta en la primera parte.
Y así lo hice, con un sólo entreno de más de 2 horas en todo el verano, intentando coger cuestas y algo de desnivel pero sin pisar una montaña de verdad y por supuesto nada de pisar Sierra Nevada. Sería un desafío y aventura que intentaría disfrutar lo máximo posible. Gran parte de la carrera se disputaba de noche, y eso unido a ser en Granada y a hacerlo rodeado de amigos eran suficientes motivos para decidirme.
Mi carrera
Esta carrera me la planteo de muy distinta manera desde el principio. En la línea de salida estamos un montón de amigos, parte de los arapajoes, mi hermano Francisco, debutantes en estas distancias como Jorge Barranco, Miguel Maciá, Dani Moreno, Pepe García Valdecasas, etc. Mi estrategia es salir con ellos en grupo desde atrás, ver cómo voy de noche y poco a poco ir viendo cómo me encuentro, que la carrera disponga, pero sin prisa.
La salida es preciosa y los primeros kms espectaculares. Salir de Plaza Nueva, enfilar la Carrera del Darro y pasar por el Paseo de los Tristes con la Alhambra iluminada sobre nuestras cabezas es alucinante. La subida por la Cuesta de los Chinos y alrededores de la Alhambra hasta el Llano de la Perdiz también es preciosa. Desde el LLano vemos todo el Sacromonte, con la Abadía, lugares muy conocidos por mi pero que se ven de distinta manera a esa hora y formando parte de una enorme fila de corredores con luces en la cabeza y con el sonido de los pasos y de las mochilas moviéndose. La verdad es que son unos momentos mágicos en los que me cuesta mucho trabajo contener el ritmo y no dejarme llevar por la euforia. Bajando por las estrechas y técnicas vereas hacia el río Darro doy algún resbalón y me lo tomo aún con más calma, esperando al grupo que venía detrás y a los que escuchaba llamarse a voces todo el rato.
Es difícil correr juntos por la gente, la oscuridad y la orografía, así que vuelvo a dejarme ir hasta el primer avituallamiento (Cerro del Sol, km 9.8), perfectamente atendido por los amigos de Bicha Trail . Allí nos reagrupamos, pierdo uno de los dos recipientes porta líquidos de 0.5 L que llevo (era obligatorio llevar en total 1 L) y continuamos la marcha hacia Quéntar, 2º avituallamiento, en el km 22.4 de carrera.
Nada más salir cojo mi ritmo y me marcho sólo. Antes de Quéntar hay que bajar a Dúdar por unas fuertes rampas de tierra con trialeras en las que todo el mundo va dando resbalones. Yo voy bien con las sandalias, algo inseguro pero por no ver bien el terreno, no por el calzado. Al atravesar Dúdar voy hablando con Raúl Romero, otro huarachero, y nos pasamos una señal haciendo unos 700 u 800 de más entre la ida y la vuelta.
Todo este tramo, desde el km 9.8 (Cerro del Sol) hasta Quéntar (km 22.4), lo hago a buen ritmo. En Quéntar empieza una fuerte e interminable subida hasta el Alto de los Jarales, donde me amanece, y que también hago a muy buen ritmo, siempre adelantando gente. En la subida hay momentos en los que veo poco (las pilas del frontal no eran nuevas) pero no me importa mucho, queda poco para que amanezca y no tengo ganas de pararme a cambiarlas.
Llego al siguiente avituallamiento sobre las 7.30 h, Fuente de la Teja (km 32). Justo antes de arrancar de nuevo llamo por teléfono a los Aapajoes para ver por donde iban. Estaban cerca, a unos 20 minutos, y les digo que los espero allí. Pasados unos 10 minutos empieza a darme muchísimo frío por estar parado y le digo al del control, que nos conoce, que le diga a mi hermano que me he ido. Si espero 5 minutos más me tengo que meter en un coche y retirarme. Se me cortó el cuerpo, así que arranco y empiezo a subir el Alto de El Calar a ver si entro en calor.
A mitad de subida ya me encuentro fenomenal, como si acabara de empezar, y llego a Güejar Sierra donde está el avituallamiento principal (km 44) con muy buen ánimo pero dispuesto a tomarme mi tiempo hasta que lleguen los Arapajoes, que no debían de andar muy lejos.
A los 25 minutos llegan Quirós y mi hermano. Me da mucha alegría verlos y les digo que se tomen el tiempo que necesiten que yo sigo con ellos, que me espero. Tampoco voy muy sobrado y para ir sólo y llevarlos un poco por detrás prefiero ir con ellos.
En este avituallamiento tenemos las mochilas, así que casi todo el mundo aprovecha para cambiarse de ropa y calzado. Yo lo único que hago es descalzarme el rato que estoy allí, tomar café, engullir sandía (de la alimentación y el material hablaré más adelante) y hablar con la gente, tanto los que estaban en carrera como los que estaban allí para empezar la USN30, que salía a las 11 h.
Entro en Güejar a las 9.40 h y salgo de allí a las 10.50 h con mi hermano y Quirós, dispuesto a ir con ellos hasta el final. Al estar tanto rato parado me cuesta arrancar y el tramo hasta llegar al Barranco de San Juan, que es muy corrible, se me hace muy pesado y lento. Además ya aprieta bastante el calor, pero la compañía y lo bonito de la zona lo hacen más llevadero.
Justo cuando empezamos la subida hacia la zona de el Hotel de El Duque nos empiezan a coger los primeros de la USN30, que habían salido de Güejar 10 minutos después que nosotros y llevan un ritmazo impresionante, entre ellos el gran Rafa Conejo. En este tramo perdemos mucho tiempo. Además de ir ya muy tocados, del calor y de la pendiente, la verea es estrecha y cada que vez que se acerca alguien nos paramos y lo dejamos pasar, a el y todo el que va llegando por detrás. Practicamente dejamos pasar a toda la USN30 a lo largo de este tramo.
En el avituallamiento de El Duque (km 53) está la famosa fuente por la que se pasa cuando haces la subida en bici por la carretera. El agua ahí es una delicia, fresquita y limpísima. La fuente tiene una especie de abrevadero lleno de agua y no puedo resistirme a meterme dentro, disfrutando de uno de los momentos más placenteros del día mientras los corredores van pasando uno detrás de otro bebiendo y llenando botes. Ni que decir tiene que todos se mueren de envidia al verme allí metido sin necesidad de quitarme el calzado que llevo. Un lujo que ellos no pueden permitirse con zapatillas.
Desde aquí hasta el Dornajo nos meten por una verea que sube por la zona más empinada de la montaña. En algunas zonas vamos campo a través, casi trepando. Es un recorrido bastante salvaje y duro pero muy bonito. Todo este tramo, desde el Barranco de San Juan hasta casi el Dornajo lo hacemos andando.
En el Dornajo (km 58) están muchos amigos esperando. Allí nos reagrupamos y nos juntamos un montón de gente entre los de la USN65 y los de la USN30, y nos vamos todos en manada hacia el último avituallamiento, el que está en el cruce de la carretera de Sierra Nevada (km 67.7 de carrera). Es un tramo que empieza fácil, con una zona en ligero descenso en la que en condiciones normales se puede volar. La última parte (desde el convento) es de nuevo empinada, pero hay bastante sombra y se hace llevadero. Es una zona muy bonita por la que se podría disfrutar mucho corriendo, pero para la mayoría del grupo nos basta ahora con sobrevivir como podemos. Este tramo me gustó mucho porque fuimos mucha gente y aunque cada uno iba a su ritmo, de una manera u otra nos íbamos esperando y apoyando unos a otros.
Último tramo, cruce de A-395 (carretera de Sierra Nevada). Llegados a este punto sólo faltan 5 km. Ya llevamos 67 y tenemos Pradollano al alcance de la mano. Desde la carretera, en lugar de seguir por ella hacia Pradollano, nos hacen bajar en dirección opuesta (esto mentalmente supone un buen mazazo) para coger una empinada verea que en poco se suaviza y nos lleva hasta la zona de Fuente Alta, donde el circuito de BTT de la copa de mundo de hace unos años. Es una zona preciosa con unas vistas de Pradollano y el Veleta estupendas pero ya sólo pensamos en la cerveza de la meta, sobre todo el Quirós, que empieza a apretar como si se fueran a acabar… Hacemos los 2-3 últimos kms como si acabáramos de empezar la carrera, menudo ritmazo. Y por fin meta. 13 horas 29 minutos.
Ropa y calzado
El tema de la ropa y el calzado en una ultra por montaña no es un tema menor. Si en cualquier prueba deportiva es importante, en una prueba en la que vas a estar tantas horas corriendo y andando por la montaña, lo es más. Al ser tantísimas horas, cualquier molestia o incomodidad que en otros carreras pasaría casi desapercibida o sería tolerable, en una ultra te puede amargar completamente. Por eso es fundamental acertar bien con la ropa y el calzado y por supuesto tenerlo todo más que probado en entrenos largos previos a la carrera. En la mayoría de carreras así te permiten entregar el día de antes una bolsa con ropa o lo que quieras para luego encontrarla en el avituallamiento especial, que en nuestro caso sería el de Güejar Sierra (km 43.5).
Aunque nunca se debe hacer en carrera y menos en una de tantas horas, yo si estrené mi equipación completa de correr, pantalón y camiseta. Aunque las equipaciones del club nos llegaron con alguna antelación, a mi me la dio mi hermano el día de antes al recoger el dorsal. Nada más tenerla me la probé y ya supe que no iba a tener ningún problema, porque me resultó muy cómoda y muy ligera. Toda la ropa que usé es de la gama de trail running de la marca OS2O , gafas incluidas, que es la marca que usamos para las prendas del club y que por ahora nos está resultando muy satisfactoria, máximo si tenemos en cuenta la relación calidad-precio que tiene. Para esta carrera usé pantalón y camiseta Air Lite Running y chaqueta cortavientos Mínimus Trail . El cortavientos ya lo había usado en más ocasiones, y lo mejor que tiene, además de cumplir su función perfectamente, es lo realmente mínimo y ligero que es. Cabe en una mano cerrada.
Con respecto al calzado, pues que decir. Con una camiseta que no se seca o que no sea muy cómoda se puede seguir, pero con un calzado que roce o moleste, difícil estar tantas horas.
Muchos sabéis la absurda prohibición que mantiene la FEDME sobre el uso de sandalias en carreras por montaña. El que no lo sepa puede leerse estos post sobre el tema: zapatillas trail clásicas como material obligatorio y la fedme se pronuncia sobre el calzado.
La verdad es que cuanto más tiempo pasa y cuanta más gente usa sandalias, más absurdo es y tarde o temprano no podrán negar la evidencia ni obligar a nadie a calzarse lo que no quiera. Que mis pies acaben de esta manera tras más de 13 horas corriendo por Sierra Nevada, trepando, bajando trialeras en plena noche, pasando por piedras de todos los tipos y tamaños, cruzando ríos, troncos, etc., creo que es prueba más que evidente de que es un calzado adecuado para esto. Y si a eso además le añades el disfrute que supone cada zancada sintiendo el aire en los pies y los dedos libres, que puedes mojarte sin problema, etc., pues no hay mucho más que decir. Al día siguiente no tuve ni una mínima molestia o señal de haber corrido en los pies. El lunes estuve nadando y haciendo spinning con mi mujer. Sólo he tenido los cuádriceps algo machacados, pero nada en los pies, ni gemelos ni sóleos. Ya ni siquiera se me hinchan ni me los noto calientes después de correr. Como si no hubiera corrido. Un amigo amortiguado comentó que al día siguiente le dolían las plantas de los pies tanto que no podía apoyarlos. No es crítica al calzado amortiguado, es defensa del que yo uso.
En la charla técnica Miguel Torres (marcador del recorrido y director de carrera) advirtió a los corredores de que no se mojaran los pies en los primeros kms al cruzar varias veces un río. nos dijo que si se mojaban las zapatillas probablemente fuesen mojadas ya todo el recorrido y eso era muy peligroso (ampollas, roces, más peso, etc.). Yo me reía por dentro. No sólo no evito mojármelos sino que lo busco. La sensación de frescor es tan agradable que es imposible resistirse, además a los 5 minutos o menos tienes los pies y las sandalias totalmente secos. Las zonas de barro también son una maravilla. Ensuciarte los pies con barro es tanto o más agradable que meterlos en un riachuelo de aguas cristalinas.
En el avituallamiento principal, muchos corredores se cambiaron totalmente de ropa y calzado, empezando así como nuevos la carrera. Yo no necesité cambiarme de ropa y mucho menos de calzado, continuando como nuevo la carrera. Y no fui el único con sandalias. Al menos hubo 4 más: Miguel Maciá, Raúl Romero y Matt Himling en las largas y súper Rafa Conejo en USN30, quedando este 4º de la general absoluta con 50 años ya cumplidos… Todos usamos en esta ocasión el modelo OSO de LUNA Sandals. Que venga un juez de la FEDME desde un despacho o desde el pie de la montaña a decirnos que no es calzado adecuado.
Alimentación
Si el entrenamiento, la ropa y el calzado son fundamentales para enfrentarse con garantías a un ultra trail por montaña, la alimentación lo es mucho más. Si la alimentación falla, falla todo lo demás. La principal causa de abandono en carreras de este tipo así como en triatlones distancia Ironman son los problemas estomacales. Un ejemplo de esto son los problemas que tuvieron en el reciente UTMB Anton Krupicka, Zigor Iturrieta y Núria Picas.
El propio Anton escribía esto después:
Esta fue mi primera vez con problemas serios de estómago; esto me servirá para probar más comida real en mis entrenamientos, para poder tomar menos geles en competición
Cuando hice mi primer triatlón, un medio ironman en mayo de 2009, en el km 17 de la carrera a pie me puse a vomitar como un loco de la saturación de geles que tenía. Eso de estar horas y horas tragando geles o barritas a base de glucosa o maltodextrina acaba con cualquier estómago.
Por eso desde que leí este post de Pesque sobre alimentación en carrera quería probar uno de los productos que nombra, el UCAN, un almidón modificado de rápido paso por el estómago pero de lenta absorción en el intestino que me resultó muy interesante. Al ser de absorción lenta no provoca picos de glucosa ni de insulina. De esta manera tenemos disponibilidad de HC durante el ejercicio sin penalizar o detener el metabolismo de las grasas, por lo que no dependemos tanto de los geles y las barritas, pudiendo prescindir de ellas y aprovechar al máximo la quema de nuestras grasas para obtener energía. Este metabolismo de las grasas es lo que se entrena con el ayuno intermitente y la alimentación evolutiva o paleo. Los he probado 3 veces durante el verano, pero en salidas de máximo 2 horas. En esas ocasiones bastó tomar un sobre en ayunas media hora antes de la carrera para tener suficiente energía sin necesidad de comer nada más durante la misma. Esta era la primera vez que los probaba en distancia tan larga.
Tomé 2 sobres de UCAN (cada uno disuelto en medio litro de agua fría) en la hora previa a la salida, entre las 2 y las 3 a.m. Además de esto, antes sobre las 1.30 a.m (no se si llamarle cena, desayuno o yo que sé), me tomé un café cargado, un huevo duro y un plátano).
En la mochila para la carrera llevaba 3 sobres de sales (Recuperation sin azúcar) , 1 sobre más de UCAN y 3 huevos duros más. También llevaba 2 recipientes vacíos de medio litro de capacidad, para ir llenándolos de agua en cada avituallamiento, aunque uno lo perdí en el primer avituallamiento.
Con lo que comí antes de salir tuve suficiente hasta Güejar Sierra (km 43, más de 6 horas de carrera). En los avituallamientos previos tomé en todos agua, cantidades ingentes de sandía y algún trozo de platano (2 o 3 máximo). En Güejar me tomé otro sobre de UCAN, otro huevo duro, dos o tres cafés (me moría de sueño) y sandía, mucha sandía. En el resto de avituallamientos igual, agua y sandía. En algún momento que no recuerdo me comí otro huevo duro.
En total me comí, incluyendo el desayuno o cena previa: 3 sobres de UCAN (2 al inicio y uno en carrera pasadas las 6 horas), 3 huevos duros (1 al inicio y 2 en carrera), varios litros de agua, 2 sobres de sales sin azúcar, 2-3 trozos de plátano y no se cuantos kg de sandía a lo largo del recorrido. Como yo me había calculado entre 10 y 11 horas y estuve 13 y media, quizá hubiera necesitado comer algo más en la última parte, aunque al no ir a jopo tampoco tuve sensación de falta de fuerzas o vacío. Me flaqueaban mucho más las piernas que otra cosa. No tomé ni una sola barrita o gel azucarado en todo el recorrido, 73 km y más de 13 horas con 7500m de desnivel acumulado. No me hizo falta. Si esto me lo dicen hace unos años no me lo creo. Vi a gente con bolsas llenas con decenas de geles.
Me gustaría saludar desde aquí a toda la gente con la que compartí alguna parte de la carrera, por pequeña que fuera. Mucha gente que conocí y otros muchos que ya conocía, pero que no los cito porque me olvido de muchos seguro. Tantas horas dan para mucho, y pude ir a ratos sólo, a ratos con gente que no conocía, a ratos con gente que conocía, a veces andando y otras corriendo. Decir que la organización estuvo bien en general en mi opinión, aunque por supuesto hay cosas que se pueden mejorar. Es la primera edición y ellos lo saben mejor que yo seguro. En lo que no se puede mejorar es en lo bello y salvaje del recorrido y en la señalización. Imposible hacerla mejor. Creo que esta carrera en dos o tres años va a explotar y puede llegar a ser conocida mundialmente.
Una muy buena experiencia, en la que he disfrutado muchísimo. He tenido tiempo para correr en grupo, en solitario, de día, de noche, con amigos, con desconocidos, etc. He tenido momentos con muy buenas sensaciones y otros con menos, sobre todo con mucho sueño. Estoy seguro de que el año que viene repetiré.
Agradecer el interés que mostraron todos los corredores con los que me crucé por mis sandalias y mis sensaciones al correr así. Y perdón por la paliza que les di (que no hubieran preguntado;)). Aunque la gente sigue extrañándose al principio, al verte ahí con ellos habiendo pasado por los mismos sitios y con las mismas horas de carrera, automáticamente te toman en serio y piensan que si vas así es porque es cómodo y se puede. Yo les digo a todos que llevo ventaja, que me guarden el secreto.
Y como siempre, gracias Juanma y Álvaro por el apoyo a todos en distintos sitios del recorrido, ¡qué paciencia tenéis!, a Javi Gracia y sus 2 enanos, que también esperaron un buen rato. Y a los que se quedaron con mis niños mientras yo corría, si no es por vosotros no puedo correr.
Nos vemos el 15 de noviembre en Maratón Alpino Jarapalos.