Sierra Nevada Arapajoes Sulayr Trail 2012: El día que la montaña nos dió una lección, por Fran Ruiz

Esta es la crónica del ultra trail que realizamos el sábado siguiendo parte del sendero Sulayr en Sierra Nevada. Un ultra trail que nos enseñó muchas cosas debido a una serie de malas decisiones y errores debidos a nuestra falta de experiencia.

Aunque muchos de nosotros llevamos todo un año metidos en la montaña, somos todavia inexpertos en ella. Nuestras salidas no pasan de 4-5 horas de trail, de no más de 30 km en los más largos y siempre por rutas que conocemos, sobre todo el jefe arapajoe Moi que es el que tiene más experiencia y sentido común montañero.

Como muchos sabéis, llevábamos meses preparando junto a los Pichurris la SNIT para hacerla este día. La SNIT es la Integral de los 3000 en Sierra Nevada, Granada, pero que al final no pudimos hacer teniendo que aplazarla.

Este trail, la SNIT, lo teníamos preparado al milímetro: trazado, etapas, avituallamiento, transporte, etc…

Dos dias antes de la salida, miramos la previsión del tiempo y esta daba vientos muy fuertes en las cumbres, que era por donde transcurría la totalidad de nuestro recorrido. Esto que puede parecer algo normal, en realidad es bastante peligroso por tener que pasar por zonas delicadas y estrechas en las que un paso en falso puede hacer que te despeñes.

Entonces el teléfono y el Facebook empezaron a echar humo y suspendimos el recorrido previsto, pero no el trail. Todos teníamos esa fecha marcada en el calendario desde hacía mucho tiempo. Teníamos mucha ilusión ya que para algunos era el primer ultra trail que iban a realizar. Teníamos organizadas a las familias, las mochilas preparadas, etc…

No habia otra opción que hacer otro recorrido que discurriera por menor altura, por eso decidimos hacer 5 etapas del sendero Sulayr, unos 70 km . Saldríamos del refugio de Postero Alto y terminaríamos en Nigüelas, el mismo inicio y final que para la SNIT (Sierra Nevada Integral Trail) pero convirtiéndose en la SNAST (Sierra Nevada Arapajoes Sulayr Trail).

El viernes por la tarde quedamos para dejar los cohes en el Cortijo Echeverría, cerca de Nigüelas y a 2.200m de altitud. Terminamos sobre
las diez de la noche, y habíamos quedado a las 4 de la mañana del día siguiente, sólo 6 horas después.

El telefono empezó a echar humo otra vez . Moi planteó que ya que la ruta inicial estaba suspendida por el fuerte viento y que ya no hacíamos la Integral, tampoco era necesario desplazarnos hasta Postero Alto para comenzar el trail (2 horas de coche sólo para ir), que sería mejor que comenzáramos en otro punto más cercano para que no tuviéramos que desplazarnos tanto y así madrugar menos. Finalmente decidimos salir desde la cadena donde se dejan los coches para hacer la escursion a los Lavaderos de la Reina, cerca de Güejar Sierra. De esta manera, podríamos dormir 2horas y media más, ya que el desplazamiento en coche era más corto y quitábamos parte de la primera etapa también.
Bueno, pues así estábamos el sábado 4 de agosto a las 8 de la mañana ya en el punto de partida listos para empezar a correr nuestro trail de 5 etapas y unos sesentaytantos km.

Etapa 1: Cadena Lavaderos de la Reina- Refugio de Peña Partida.

Esta etapa comienza con unas vistas acojonantes. Justo desde donde salimos hay una vaca muerta y alrededor una docena de buitres, unos posados y otros sobrevolando que parece que nos dicen que ni se nos ocurra acercarnos.

En ese momento Moi empieza a encontrarse mal. Ya por el camino habíamos tenido que parar para que hiciera sus necesidades varias veces, pero ya empezaba a vomitar también.
La etapa comienza con subida desde unos 1800 m hasta los 2450 m de Peña Partida. Serían unos 6 km que los
hacemos a buen ritmo a excepcion de Moi que iba jodido y acompañado de su inseparable colega Juanma. El resto ( Santi,Ignacio, Juanjo,Quirós, Pequi, Gonzalo, yo) vamos unos delante de otros pero a buen ritmo.
Al llegar a peña partida, hacemos las fotos de rigor y atendemos a Moi que llega un poco jodido, otra vez con diarrea
y vómitos .

Etapa 2 : Peña Partida- La hortichuela.

En esta etapa bajamos de los 2450 m hasta los 1300 m . Es una etapa de fuertes bajadas incluida la del Puente del Burro por la Cuesta del Calvario, popularmente llamada de los Presidiarios. Tiene 14 km de distancia. Una subida fuerte desde el Puente del Burro, unos 4 km por la Verea de la Estrella y una subida fuerte hasta la Hortichuela.
Las bajadas las hacemos como auténticos arapajoes y corremos a 5 m el km. Después pasaríaa factura a algunos, pero con la emoción del momento y el inicio no pensábamos en lo que nos quedaba.

Al llegar a mitad de recorrido Moi decide que no puede seguir. Va a llegar hasta el Barranco de San Juan, donde lo recogería después Gonzalo, ya que el se quedaba en el Dornajo, a mitad de recorrido y donde el tenia el coche. El Jefe arapajoe no podia seguir, nos quedábamos sin guía.

Etapa 3 : La hortichuela – el Dornajo .

Esta etapa son 7 km de subida, 4 de ellos por asfalto por parte de la famosa carretera del hotel del Duque, muy conocida por ciclistas y triatletas. La hacemos entera andando, pero a un ritmo bastante alto. Cuando llegamos al Dornajo eran las 13 horas, llevábamos la mitad del recorrido, unos 30 km y habíamos tardado unas 4 horas con bastantes paradas por lo de Moi. Es decir, íbamos a un ritmo muy bueno y estábamos bastante bien físicamente. Aquí descansamos 30 minutos comiendo sentados en una terraza.

Aqui es donde cometimos uno de los errores más grandes. Confiados en que íbamos a un ritmo cojonudo y nos encontrábamos muy bien, muchos decidieron dejar la ropa de abrigo y los frontales a Gonzalo que se iba. La previsión era llegar a las 18 horas a Nigüelas con lo cual no nos iba a hacer falta nada de eso. En teoría.

Etapa 4 : El Dornajo – La Cortijuela :

Esta etapa fue durilla. Transcurrió a la hora más calurosa del día, después de haber comido unos bocatas y casi la totalidad de los 15 km corriendo sin parar a un buen ritmo. También tiene una subida grande desde la central de Diéchar hasta la loma de Matas Verdes. Subimos desde el río Monachil hasta casi la altura de Prado Llano.

Una vez que llegamos a la Cortijuela sobre las 16 horas, paramos en la fuente, nos refrescamos y tomamos unos geles.
Por el ritmo que llevábamos y lo que nos quedaba, 16 km de la última etapa, pensábamos que lo teníamos ya chupao. Nos vimos en Nigüelas
tomando cervezas y comiendo arroz. Incluso llamamos a Moi para que comprara una tarta para Santi ya que era su cumpleaños.

Etapa 5 : la Cortijuela – Rinconada de Niguelas.

Esta es la etapa de las malas decisiones . Esta zona sólo la conocíamos hasta llegar al Cortijo del Chaquetas. A partir de ahí era territorio desconocido, fuera de nuestra reserva india.

No llevábamos mapa, confiábamos en Moi y en la señalización del sendero Sulayr . Cuando llegamos al Cortijo del Chaquetas, nos equivocamos y recorrimos unos 2 km en direción equivocada (y cuesta abajo). Llegamos a una señalización que nos hizo dudar, por lo que llamamos a Moi en una zona que pillamos cobertura y mirando el mapa nos orientó. De nuevo llegamos al Cortijo Chaquetas volviendo por nuestros pasos (ahora cuesta arriba) y vimos el mojón que indicaba el sendero Sulayr. Pero de nuevo nos equivocamos. Cuando el Quirós dudó y quiso rectificar, yo que me encontraba bastante bien, iba bastante adelantado buscando la señalización pero en dirección errónea. Santi me vino a buscar y me echó una buena bronca, con toda la razón.
En este tramo del trail que no conocíamos debíamos ir todos juntos. El ritmo lo debí a marcar el más lento. Era terreno que no conocíamos
y debíamos ir juntos para tomar decisiones sobre la marcha. Cuando nos agrupamos , Santi volvió a echar la bronca, esta vez a todo el grupo. Debíamos ir juntos sin separarnos tanto.

Volvimos a encontrar el camino correcto y los famosos mojones. Cruzamos el río Dílar por un puente de madera y empezamos a subir por un sendero en zig zag muy empinado. Cuando llevábamos un rato subiendo nos volvimos a equivocar en un cruce del sendero. En vez de continuar subiendo, lo cogimos a la derecha. Creo que el cansancio (llevábamos 50 km) hizo que cogiéramos el sendero a la derecha que iba con menos subida que el correcto. Este sendero se terminó y nos llevó por campo a través a una zona de aulagas espinosas de tamaño gigantesto y muy frondosas.

En este momento aquello se nos fue un poco de las manos. El nerviosismo empezó a hacer que cada uno intentara buscar la salida por si solo por donde mejor intuía. Después de un buen rato así seguíamos sin encontar el sendero y casi sin avanzar. Nos quedaba muy poco tiempo de sol y aunque estábamos orientados y sabíamos más menos hacia donde teníamos que ir, no sabíamos la distancia a la que estábamos y al ver la hora nos llegamos a plantear muy seriamente la posibilidad de pasar la noche entre las aulagas. Ahora empezábamos a preguntarnos por qué habíamos dejado la ropa de abrigo y los frontales. Craso error.

Seguíamos buscando la salida. Poco a poco y al ganar altura el terreno se fue despejando de las aulagas. llegamos a una zona despejada en alto y vimos unas alambradas y una antena a lo lejos. Si alguien habia puesto la antena, había un camino para llegar a ella. Efectivamente encontramos un camino y nos vimos ya salvados, por lo menos nos llevaría a algún lado.

Cuando llevábamos un rato por el camino, a lo lejos vimos el puto mojón del Sulayr, pero no se por qué extraña razón no lo seguimos y nos decidimos a seguir por el camino encontrado. Este camino nos hizo perder mucha altura y alejarnos del cortijo Echevarría, que era donde teniamos los coches. Todo esto no lo sabíamos ya que nunca habíamos estado allí y no sabíamos que perdiendo altura nos alejábamos
de nuestro punto de llegada. Moi en una de las pocas veces que pudimos hablar con el nos lo dijo, que no perdiéramos altura, pero ya era tarde, el cansancio y la hora, casi de noche, no nos permitían subir otra vez.

Seguimos bajando ese camino que pensábamos que nos llevaria a los coches, pero estaba anocheciendo y no sabíamos cuanto nos faltaba
aunque intuíamos que muchos km. De pronto a lo lejos vimos un todoterreno que venía hacia nosotros. Vimos nuestra salvación ya que nos diría cuanto nos quedaba para los coches o incluso nos podría acercar hasta ellos.

Aquí cometimos el error más grande del dia. El coche lo interceptamos Santi , Ignacio, Quirós y yo. Pequi y Juanjo venían más retrasados
al ir jodidos. El hombre al que paramos nos dijo que el cortijo Echeverría estaba a media hora en coche como poco y mucho más alto de donde nos encontrábamos, pero que nos llevaría. En eso que pasó otro coche que iba dirección hacia Pequi y Juanjo . Decidimos irnos los 4 a por los coches en el primer vehículo y decirle al otro coche que avisara a Pequi y Juanjo y les dijera que se quedaran allí, que iríamos a recogerlos. Los del segundo coche se ofrecieron a llevarlos al Padul y que luego los recogiéramos nosotros allí. Eso es lo que debimos hacer, pero nos volvimo a equivocar .

Finalmente Santi y yo nos quedamos esperando a Pequi y Juanjo ya que estaban bastante tocados y era de noche ya. El Quióos volvería a por nosotros e Ignacio volvería a Niguelas a decirle a la Pimientos que hiciera el arroz.

Asi fue. Llegó el Quirós a la hora más o menos. Nos recogió del camino y marchamos tan felices. Para las 10.30 como mucho estábamos bebiendo cerveza. Pero cuando estábamos de regreso, Moi, que estaba por la zona en nuestra búsqueda con Juanma, nos llama y nos dice que ahora se había perdido Ignacio con el coche cuando iba de vuelta a Nigüelas por los carriles de tierra bajando del cortijo Echevarria. Unos carriles que eran unos auténticos laberintos. Estuvimos hasta las 12 de la noche dando vueltas por la montaña buscando a Ignacio, sin cobertura, hasta que finalmente logró encontrar el camino a Nigüelas.

Una vez llegamos a Nigüelas empieza la historia de la Pimientos, pero esa os la cuento otro día.

A mi personalmente la montaña me ha dado una lección y espero no cometer los mismos errores en mis próximas salidas. Siempre llevaré conmigo por muy corta que sea la salida, ropa de abrigo y frontal. Y si no conozco la zona, un mapa. Si creo que me he equivocado de camino , daré marcha a trás sobre mis pasos y buscaré el camino correcto. Ir todos juntos aunque te encuentres mejor que otros, el ritmo de un grupo lo tiene que marcar el elemento más lento, para entre todos buscar soluciones a los problemas que puedan ir surgiendo.

Después de todo nos hicimos un pedazo de ultra trail de 60 km. Lo hubiéramos terminado en 8 horas más o menos, pero al final echamos 11 horas sin conta las paradas.
Enhorabuena a mis compañeros arapajoes que hacían un ultra por primera vez, no lo van a olvidar.
Yo me quedé con la sensacion de haber podido estar corriendo otros 30 km.

Empezamos a buscar nuevo reto.

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