Hoy tenemos el placer de presentaros a Pesque . Estamos muy ilusionados porque por fin tenemos a la primera chica minimalista como redactora colaboradora. Estamos ansiosos por leer sus andaduras en los tan interesantes mundos del barefoot y la nutrición. Ella se define en twitter de la siguiente forma:
Corredora descalza. Corredora minimalista. Celiaca a tiempo completo. Paleodevoradora. Visítame en http://corriendobarefoot.blogspot.com y en corrersingluten.blogspot.com .
Pesque quedó 2ª en el Cross La Batalla de Munda en Categoría minimalista y primera de su categoría por edades. Y qué mejor forma de presentarse que con su primer post sobre correr con huaraches, en esta ocasión los Masli de Pies Sucios , marca 100×100 española que está dando mucho de qué hablar con sus huraches. Os dejo con ella, bienvenida y muchas gracias por compartir tus conocimientos y sensaciones con nosotros.
«Allá por el verano de 2011, después de leer el libro Nacidos para correr y medio convencida de los beneficios del minimalismo pero aún muy lejos de atreverme a correr descalza, un impulso me llevó a comprar unos huaraches con la intención de correr con ellos. Por aquel entonces yo todavía era una corredora amortiguada que había ido adelgazando sus zapatillas pero que aún estaba lejos del minimalismo y que mantenía una guerra total, que perdía por momentos, contra la periostitis .
Nunca me adapté a esos primeros huaraches. No conseguía sujetarlos de la manera adecuada, a veces se me desataban y otras las tiras me lastimaban la piel de los pies. Además, al correr, mis pasos producían un desagradable ruido de chancleteo. ¡Así era imposible correr relajada! No pude o no supe adaptarme a ellos y decidí que ese calzado no era el adecuado para mí. Finalmente acabaron en lo más profundo de mi armario. Tardé varios meses en convertirme en, primero, corredora descalza y, más tarde, en corredora minimalista y no volví a pensar en los huaraches hasta mucho tiempo después.
En febrero de este año, mientras me encontraba en el paraíso minimalista que fue Montilla durante el fin de semana del 3 de febrero , no pude evitar detener mis ojos en los huaraches que presentaban Luna-Sandals por un lado y Pies-Sucios por otro. Finalmente acabé adquiriendo unos Pies-Sucios Masli. No sé muy bien por qué, pero estaba segura de que ahora sí conseguiría correr con huaraches. Y lo conseguí.
Construcción y materiales
Los huaraches de Pies-Sucios tienen un sistema de enganche de las correas de sujeción a la base de la sandalia diferente a la de los huaraches tradicionales. Eso hace que no pisemos las correas al correr y en principio tarden más en desgastarse. Sin embargo, ignoro si eso supone algún cambio en la comodidad del zapato ya que los dos modelos de huaraches que me he calzado eran de esta marca.
Las correas del modelo Masli tienen una especie de hebilla que permite un ajuste rápido, fácil y cómodo. Con este sistema no he tenido los problemas que sí tuve con el primero. El tacto de las correas parece un poco áspero en la mano pero eso no se nota así en el pie. He corrido con ellos durante algo más de 10 Km bajo la lluvia sin una sola rozadura provocada por las correas. La tira que va entre los dedos tiene una zona protegida de tacto más suave justo donde contacta con el empeine para evitar roces.
La suela, de 7 mm. de grosor total, está formada por una placa de Vibram casi completamente lisa recubierta de una fina tela de microfibra. Estos materiales conforman un calzado muy flexible y ligero lo que unido a un sistema de atado apto para torpes como yo ha hecho que mi segunda toma de contacto con huaraches haya sido todo un éxito. Seguro que también ha influido el hecho de llevar ya más de un año dándole a esto del minimalismo-descalcismo, pero no creo que ése sea un requisito imprescindible para calzarse unos huaraches.
Huaraches en acción
Mi historial de lesiones me ha hecho ser una corredora prudente, por eso comencé con mucha calma. El primer día la sensación fue rara, al principio notaba el pie demasiado suelto y me las apreté demasiado. Pronto descubrí que, al menos yo, prefiero llevar los huaraches tan poco apretados que parece que vaya a perderlos, pero eso no ocurre y como además pesan poco enseguida me olvido de que los llevo puestos.
Los primeros días centraba todo mi esfuerzo en reducir el ruido de chancleteo que se produce cuando la técnica no es correcta. Al principio resultaba complicado correr así porque tenía que ir muy concentrada ya que al mínimo despiste el calzado te advierte mediante ese sonido característico de que estás haciendo algo mal. Recomponer la postura y centrar la atención en la elevación acompasada y relajada de los pies en cada zancada hacía que el ruido casi desapareciera. En subida y llano lo conseguí pronto. En bajadas resulta más complicado no chancletear pero cada vez lo llevo mejor. Lo que sí noto es que correr con huaraches me hace mejor corredora porque mientras corro recibo información constantemente de cómo lo estoy haciendo de un modo sólo comparable a cómo me siento cuando corro descalza.
Pienso, sin embargo, que correr con huaraches tiene algunas ventajas sobre correr descalza, aunque no lo sustituye. Por ejemplo, a pesar de su fina suela, las Pies-Sucios Masli protegen más de lo que parece y las pequeñas piedras dejan de ser un incordio. He corrido con ellas sólo por terreno fácil, pero ese terreno incluye un carril bici cercano a una zona montañosa habitualmente lleno de piedrecitas muy molestas cuando voy descalza pero totalmente inofensivas con las Masli. También he hecho una muy breve incursión de unos metros por camino de montaña y ahí sí que he visto las estrellas cuando pisaba alguna piedra, pero menos de lo esperado con un calzado tan liviano y de suela tan fina.
Como he dicho antes, la suela es casi completamente lisa, pero se comporta bien con lluvia. He corrido bajo una lluvia intensa sin un solo resbalón, ni siquiera al pisar la pintura de los pasos de cebra. Supongo que también influirá el hecho de que estoy aprendiendo a impulsar menos al correr. En concreto creo que correr con huaraches me ha ayudado a mejorar ese aspecto de la técnica. El comportamiento de la microfibra en mojado era para mí un misterio puesto que no tenía claro que el pie no acabara resbalando sobre la superficie de la sandalia, pero nada más lejos de la realidad. Ese día acabé con algunas magulladuras en la piel a la altura de los metatarsos por el efecto del agua tanto tiempo reblandeciendo la piel pero nada más, mi pie no resbalaba sobre la superficie de la sandalia. Lo que sí resultó raro fue la sensación de notar como la suela se iba hinchando con el agua y aumentando de peso. Una vez que estuvo completamente empapada y me acostumbré a su nuevo peso esa sensación extraña desapareció y pude volver a concentrarme simplemente en correr.
Después correr con los huaraches Masli apenas 40 Km divididos en varias sesiones, me sentía tan cómoda que me planteé hacer con ellos una media Maratón a la que me había apuntado en un arrebato de inconsciencia. No tenía claro si podría terminarla y mucho menos con huaraches (un calzado completamente nuevo para mí). Finalmente me atreví a hacerlo. Mi objetivo era simplemente correr, encontrar mi ritmo y mi sitio y tratar de llegar a la meta sin pensar en nada más.
Estoy segura de que con huaraches se puede correr rápido, muy rápido. De hecho yo, que soy muy lenta, ya he podido correr relativamente rápido con ellas, aunque sólo durante un breve espacio de tiempo. Sé que eso cambiará con el tiempo pero de momento soy más lenta con huaraches que con zapatillas minimalistas. Esto es así porque con huaraches no hay posibilidad de trampa. Sucede algo parecido cuando voy descalza: tengo que correr bien ya que si lo hago mal me hago daño de manera inmediata y tengo que parar. Sin embargo eso no es así con zapatillas, por muy minimalistas que sean. Con zapatillas me es posible correr mal sin consecuencias aparentes a corto plazo.
Sabía que correr esa media Maratón con huaraches me haría ir lenta pero también sabía que ese ritmo lento era realmente mi ritmo real, el que podía desarrollar sin llevar a mi cuerpo más allá de para lo que estaba preparado. Y eso es lo que hice. Los huaraches me llevaron hasta la meta lenta pero con una postura correcta, incluso en los últimos metros.
Los huaraches son un calzado peculiar al que al principio puede ser un poco difícil adaptarse. Es como llevar un suelo portátil que se desplaza contigo en cada paso y que cuando vas a pisar está ahí. Enseguida te olvidas de que lo llevas y simplemente corres. Cuando te despistas y tu postura comienza a descomponerse a causa del cansancio, el chancleteo te hace volver a tomar conciencia.
En definitiva, el modelo Masli de Pies-Sucios cumple perfectamente su función de permitir correr de la manera más natural posible añadiendo únicamente lo mínimo necesario para evitar lastimarnos la piel al contacto con el suelo. Y en mi caso he descubierto que correr con huaraches me hace mejor corredora. »
Pesque.