Tras 3 meses de uso, hoy quiero contaros mis sensaciones con las sandalias para correr Las Mono, de Luna Sandals.
Empecé a usarlas ellas en febrero de este año, y durante este tiempo he pasado por todo tipo de terrenos corriendo con ellas: fuertes subidas y bajadas muy empinadas llenas de piedras sueltas, vereas, caminos, pistas forestales, campo a través, etc., estando en algunas ocasiones más de 5 horas corriendo con ellas.
En asfalto no he tenido problemas, excepto algunas sobrecargas en flexores y extensores de los dedos los días después del maratón de Sevilla (febrero del 2013), pero supongo que lo normal después de un maratón, aunque no lo puedo comparar con las sobrecargas de correr con amortiguadas 42km porque era mi primer maratón.
Por montaña la cosa es algo distinta. Encontrarte en mitad del campo en sandalias rodeado de montañas, cruzando ríos y trepando rocas con la sensación de estar descalzo, no se puede comparar con nada.
Por las vereas estrechas es una gozada cuando te van rozando las ramitas y el césped. Al principio te sientes miedoso pensando que te vas a pinchar con los arbustos que se cruzan en el sendero, pero siempre puedes saltarlos o esquivarlos. Es muy divertido.
Las subidas y bajadas se vuelven más técnicas, tienes que moverte rápido y buscar los resaltes del terreno y las piedras para apoyarte y empujarte (la sandalia no tiene tacos en la suela, pero no son necesarios). Antes (con zapatillas minimalistas) trataba de esquivar las piedras y se me cargaban más los gemelos, pero con las sandalias voy directo a por ellas y las utilizo de apoyo. La suela es flexible y tiene un grosor y espesor (12 mm) suficiente para absorber perfectamente los impactos. Yo diría que absorbe mejor los impactos que cualquier otro calzado minimalista (he usado Merrell, Vivobarefoot y unas Mizuno Wave Rider tundeadas por mi).

Llegando a Useres, km 34 de la MIM de Castellón.
No hay pedregal que se les resista. Las correas son tubulares, de un tacto suave (parecidas a las cintas de asegurar en escalada) y una vez que das con tu ajuste perfecto te acostumbras y casi ni las notas, de manera que parece que corres descalzo sobre un terreno liso y firme. La fina capa anti deslizante que está en contacto con la planta del pie, al mojarse no sólo no te resbalas, si no que se agarra más. Y si te metes en un río se secan rápidamente. Con los km la sandalia coge forma cóncava y el pie se queda literalmente encajado, reduciendo el movimiento hacia adelante y hacia atrás.
Probablemente para algunos sea difícil creer la seguridad, protección,ligereza y suavidad que ofrece este calzado, y quizás sólo lo sepan el día que busquen otro contacto con el campo más natural, salvaje y libre.
Yo ya he corrido con ellas unos 400 km, entre ellos el Maratón de Sevill a y la MIM de Castellón , más unas cuantas salidas domingueras a la montaña y trails nocturnos, y tanto la goma como las correas están en muy buen estado, sólo se nota un poco el desgaste en la propia suela.
Más adelante os seguiré contando mis sensaciones con este y otros modelos de Luna Sandals en diferentes terrenos y situaciones.
Moi, @arapajoejefe en Twitter.

Finisher Sevilla 2013 con Luna Sandals

Con El Niño la MIM en algún lugar Sierra Nevada

Mis pies y los de mi hermano Santi Ruiz en la meta de la MIM 2013 (el ya se había duchado)
Sobre Santi Ruiz
Corredor de maratón sub 3 descalzo y triatleta Ironman.
Re-aprendiendo a correr.


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