El drop, la nueva palabra mágica.

De un tiempo a esta parte, el drop se ha convertido en la nueva palabra mágica en las tiendas de running y en los foros de zapatillas. Si bien hasta hace nada las palabras mágicas eran la pronación y la amortiguación, ahora estas han sido desbancadas claramente por el drop. Hablar de drop es más cool, de más actualidad.

Mucha culpa de ello la tiene la corriente barefoot y minimalista, que aunque muchos siguen empeñados en tildar de moda pasajera, lo cierto es que está cambiando por completo el diseño general de las zapatillas de running. Los drops que hay ahora son de media la mitad que hace muy pocos años. Incluso abanderados del calzado amortiguado como el sujeto del que hablaremos más abajo, recomiendan ya drops de hasta 4 y 6 mm, algo totalmente impensable hace sólo 2 años.

Este nuevo término ( no es nuevo ni mucho menos, aunque para la mayoría de corredores principiantes si) supone un nuevo y amplio abanico de posibilidades a la hora de elegir qué zapatilla comprar. Incluso como muchos defienden, no hay por qué elegir, te compras 2 o 3 pares de distintos drops y las vas alternando. Así hay más diversión (y más negocio claro). Pero para otros, la mayoría, supone una nueva variable que contribuye a marear, confundir y hacer dudar aún más al sufrido corredor a la hora de decidir qué le conviene para correr.

La otra noche me enviaron un nuevo artículo publicado en la web foroatletismo.com . Tengo que reconocer que no suelo visitar esa web, por cuestiones de tiempo, y cuando veo que alguien me manda algún artículo me echo a temblar… Y si encima me dice que lo ha escrito Ulrich , señor al que le he leído algunas perlas tan tremendas como esta titulada, Me encanta tener razón, ya se que no voy a tener más remedio que leerlo y procurar contenerme.

El artículo en cuestión, como no, trata del drop, la última tendencia en calzado de running e intenta responder la que ahora de repente parece la pregunta del millón, qué drop elegir o la importancia del drop . Tras leerlo (reconozco que me costó mucho avanzar porque leer sobre la tecnología que le ponen al calzado me aburre sobremanera) pensé inmediatamente en el cacao que tienen que tener muchos corredores. Si ya era difícil dar con tu zapatilla cuando entrabas en una tienda, ahora todavía un poco más. Es el típico artículo que en lugar de aclarar confunde aún más, y logra que al final la gente vaya probando zapatillas casi al azar hasta dar con alguna que les resulte amable. Tampoco dudo que haya a quién le ayude y le aclare las cosas, de todo tiene que haber.

Para mi este artículo, a pesar de habérmelo enviado un amigo, hubiera pasado desapercibido si sólo hubiera hablado de drop. Lo habría leído por cortesía a este amigo, pero jamás lo habría compartido o comentado en Twitter. Que cada uno corra o recomiende correr como quiera y con lo que quiera, faltaría más. Pero un párrafo concreto me animó a compartirlo, llamando además ignorante a su autor. Reconozco que fue un calentón, pero es que derrocha ignorancia respecto al barefoot, a pesar de llegar a recomendar drops de 4 mm. El párrafo es este:

En ningún caso estoy hablando de barefoot ya que , me digan lo que me digan, correr sin amortiguación es una atrocidad mayúscula sin base científica alguna. Quien quiera discutir que me traiga a un podólogo, entrenador de prestigio titulado o biomecánico que lo avale (películas de indios que corren descalzos a 10.000 kilómetros de aquí no, por favor).

Y le llamo ignorante ( significado : que desconoce algún asunto ) porque ignora o desconoce que existe base científica, y mucha. Porque ignora o desconoce que hay podólogos, entrenadores de prestigio titulados y biomecánicos que lo avalan. Y porque ignora o desconoce que lo de los indios no son películas, si no que son de carne y hueso y llevan un mes corriendo carreras ultras por montaña en España, invitados, y siendo respetados y admirados por todos los corredores con los que coinciden. Porque ignora o desconoce que muchos españoles y europeos también corren a diario sin amortiguación. Puede decir una opinión, todas son respetables, pero este párrafo no es una opinión, es una afirmación y no es cierta. Por lo tanto, o lo ignora o miente, y yo que soy muy bien pensado y educado, quiero pensar que lo ignora.

Cuando crees que no se puede ser más ignorante, llega Ulrich, escribe esto en @foroatletismo y ves que si se puede http://t.co/eQU1RUJM96

— Santi Ruiz (@ssantiruizg) junio 10, 2014

Lo que transmiten este tipo de artículos, en mi opinión, es que cada persona corre de una manera y ante eso nada se puede hacer. Tu corres como corres y punto. Y como eso no lo puedes cambiar (¡donde vas con 40 años a querer aprender ahora!), busca unas zapatillas que se adapten a tu manera de correr y no se hable más. Prueba zapatillas, cuantas más mejor, y elige. Si no te encuentras cómodo, si te duele o se te sobrecarga algo, busca otra zapatilla que varíe en algo con respecto a la anterior (en este caso el drop), y déjate aconsejar por los expertos de las tiendas (ellos conocen el producto mejor que nadie). Ya darás con la tuya. Y si no, las mezclas y las alternas. Yo entiendo que este método le funcione a mucha gente, es evidente que lo hace. Pero también es evidente que en muchos otros casos no funciona y acaba aburriendo hasta el punto de tener que dejar de correr.

Cada persona es ella y sus circunstancias, eso está claro, y mucha gente irá más cómoda llevando más o menos drop y más o menos amortiguación. Esto es algo que depende de tantísimas cosas que es imposible determinarlo a priori. Una cosa está clara, nadie nace calzado y por lo tanto el calzado es extraño para el cuerpo, para nuestra anatomía e influye en nuestro movimiento. Eso nadie puede negarlo. Por lo tanto, cuanto más consigamos que pase desapercibido menos nos afectará, para bien o para mal. Esa es la cuestión.

Que cada uno use lo que quiera.

A los que defendemos que para correr más y lesionarse menos es mejor aprender a usar nuestros sistemas naturales de amortiguación y aprender a movernos de manera más natural, se nos tacha muchas veces de radicales y extremistas. Se nos acusa muy a menudo de querer imponer a todo el mundo el uso de zapatillas sin drop o el correr descalzo. Es una acusación que me cansa bastante y me recuerda a lo que suele pasar con los dos partidos políticos mayoritarios en España: si criticas a uno inmediatamente te acusan de ser del otro y querer imponerlo, y al revés. Y eso no es así. No siempre.

Lo que defendemos nosotros, o al menos yo, es muy claro: si corres, estás satisfecho con tu rendimiento y sensaciones, y no estás lesionado, NO CAMBIES NADA. Ni de drop ni de zapatillas. No te dejes liar por las tendencias, modas o lo que haga tu vecino y sigue corriendo. Tu a lo tuyo.

Pero si eres principiante, quieres empezar a correr, te lesionas a menudo o no está contento con tus sensaciones y/o rendimiento, OLVÍDATE del drop, de la amortiguación, de la pronación, de los geles de absorción y de todo lo demás. Coge las primeras zapatillas que tengas, a ser posible las más antiguas y más usadas y presta atención a estas cosas:

Fortalece la musculatura que vas a usar al correr, antes de correr . Realiza sentadillas, salta a la comba, expande y mueve los dedos de los pies, ponte a la pata coja, salta sobre el sitio con las dos piernas, sube y baja escaleras, etc. Si tuvieras una bici guardada durante años en el trastero y de repente quisieras usarla, primero tendrías que engrasarla, ajustarla, inflarle las ruedas, regularle los cambios, los frenos, etc. A nadie se le ocurriría cogerla tal cual del trastero y salirse a la carretera a tragar kms. Pues con correr pasa lo mismo. Es como si llevaras en el trastero oxidándote toda tu vida, incluso aunque ya fueses deportista. Prepárate para correr antes de correr.
Mantén una postura erguida, alinea la espalda con tobillos y cadera . No inclines la cabeza, mira siempre al frente. Intenta correr sin elevarte, como si tuvieras un techo pegado a la cabeza y no pudieras elevarte nada. No muevas los brazos de lado a lado. Intenta ir lo más agrupado posible.
Esfuérzate en pisar debajo de ti o lo más cerca posible a ti, manteniendo la espalda recta, sin doblarte. Olvídate de cómo tienes que pisar, si de talón o metatarso. Sólo focaliza en mantener la postura erguida y no alargar la zancada. El pie acabará pisando como tiene que pisar en cada pisada. Cada pisada es distinta a la anterior.
Aumenta la cadencia y disminuye el ruido. Sea cual sea tu cadencia habitual, esfuérzate en aumentarla. No mucho de golpe, poco a poco, semana a semana. No te obsesiones con un número, simplemente ve aumentando cada semana. Intenta correr haciendo menos ruido.
Entrena con cabeza . Dale tiempo al cuerpo a que se recupere después del estrés causado en cada entrenamiento. Si empiezas de cero tras décadas sin moverte, en pocas semanas correrás sin ahogarte porque cardiovascularmente se progresa rápido. Pero los huesos y articulaciones necesitan más tiempo, meses, para adaptarse al estrés causado al correr. Si haces el burro y te lesionas, no culpes al calzado, sea cual sea. La culpa es tuya, por burro.
Usa las zapatillas que te de la gana, pero a ser posible finas o no muy gordas y con espacio para los dedos. Poco a poco, si sigues esforzándote en seguir estar recomendaciones, irás quitándole importancia a las características de las zapatillas. Te darás cuenta que eres tu el que amortigua y que es tu manera de correr la que protege o daña a tus articulaciones, huesos y músculos, no el calzado, sea cual sea. Quién sabe, a lo mejor hasta acabas corriendo sin el..

Esto es lo que recomendamos los fanáticos y bichos raros del minimalismo, a ver si algunos se enteran de una vez. No queremos imponer ningún calzado a nadie ni hacer que todo el mundo se deshaga de el. Tampoco decimos que esto sea una panacea y que si tienes las rodillas destrozadas o la espalda, te desaparezcan todos tus males de repente por correr descalzo o correr sin drop. O que todos tus males sean por llevar zapatillas con drop de 10 mm o de 12. Eso es mentira. Hay gente que corre con zapatillas así estupendamente y otros que corren fatal con minimalistas de 0 drop. Olvídate del tipo de zapatilla y piensa en cómo corres. Simplifica.

Sobre todo esto nos van a hablar distintos expertos este fin de semana en Barcelona, en el II Encuentro Barefoot ( www.encuentrobarefoot.com ). Por eso, desde esta web y como promotores de este evento, queremos invitar al autor del post, Fernando Chacón «Ulrich» , a que participe en la mesa redonda que allí tendrá lugar. Allí podrá exponer su postura y sus argumentos, y podrá escuchar a lo expertos que el mismo reclama en su artículo: podólogos, fisioterapeutas, biomecánicos y entrenadores titulados de prestigio. Así podrá formarse una opinión sobre el barefoot basada en información y ciencia, no en creencias.

Y si el no quiere o no puede venir, la invitación incluye a cualquier representante de foroatletismo.com que así lo desee. Ya sea podólogos de los que allí escriben como Jose Antonio Guarnido o Alfonso Martínez Nova (@Podoalf), o responsables de contenidos como Raquel Pradas (@raquelpradas) o Salva Portillo (@salvaportillo) . Si realmente lo que les gusta es correr con salud, que no haya malos rollos entre corredores y ofrecer información diversa a sus lectores, es una oportunidad única para demostrarlo. Todos estaríamos encantados de poder hablar viéndonos las caras, riéndonos y con respeto. Yo el primero. Además enriquecerían mucho el debate.

Así que ya sabéis, os esperamos a todos en Sant Joan Despí el 13 y 14 de junio.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *