Hoy hemos ido toda la familia a pasar el día a la playa del Torreón, en el Cabo de Gata. Por fin después de muchos días con mucho viento hoy sólo era una brisa agradable y se estaba allí de lujo. Las niñas han disfrutado mucho bañándose y nosotros también. Parece mentira que la playa en Almería capital sea una auténtica porquería además de estar abarrotada de gente y a 20 minutos desde la puerta de casa tengamos esta playa que parece del Caribe. Con la arena limpia y el agua cristalina. Y sin demasiada gente. Al menos con espacios considerables entre unos y otros, suficientes para no tener que estar escuchando al de al lado. Además, hay mucha más tranquilidad.
A la hora del bocadillo yo he aprovechado para meterme al agua a nadar. No nado muy tranquilo en el mar sin traje porque voy acojonado con las medusas. Voy casi todo el rato pensando que me voy a dar de narices con una. Sobretodo al principio. Con cada alga que me toca pego un brinco. Poco a poco voy cogiendo confianza y comienzo a disfrutar del mar. Hasta que me doy con otra alga y vuelvo a pegar otro repullo. 35 minutos de nado continuo y salgo con un hambre acojonante.
Después, cuando volvíamos en el coche, me he bajado cuando faltaban 18 km para llegar a casa y los he hecho corriendo.
He llegado hasta las narices de sol después de todo el día en la playa y de la carrerita hasta Almería dándome de frente todo el rato. A pesar de la crema, las gafas y la visera me he puesto colorado cómo un tomate.
A ver qué pasa con España. Espero que gane. El estado de euforia general que hay tiene que rematarse con la victoria de España. Viendo a la gente estos días en la tele me parecía que estábamos en navidad y que le había tocado el gordo de la lotería a todo el mundo. Qué manera de celebrarlo!!! Como no ganemos al pobre pulpo lo van a espachurrar. 30 televisiones el otro día en directo viendo cómo se comía su mejillón!! Increíble. El pasado 26 de Junio se celebró en Vitoria el Campeonato de Europa de Triatlón de larga distancia, que además ganaron españoles en hombres y en mujeres y, ni una tele.
En fin, el pulpo es el pulpo.