Eso es lo que me queda, nada. Cuando termine esa semana que está siendo de carga, empieza la semana de Semana Santa, que voy a dedicarla a regenerar un poco. He hecho los planes para que esta semana en la que las niñas están de vacaciones tomármela con más calma. Intentaré nadar en el mar con traje si vamos a la playa y correr y salir en bici con los amigos cuando encarte. Sin exigirme demasiado.
La semana siguiente volveré a meter volumen y ya para primeros de mayo iré rebajando, pensando en probar el material, afinar la alimentación en carrera y todo ese tipo de cosas.
Tengo previstas hacer dos salidas muy muy largas, una en bici y otra corriendo entre la última semana de abril y los primeros días de mayo.
Hoy no he podido ir a nadar. Desde las 2.30 hasta las 5.30 he estado despierto, sin poder dormirme, y cuando ha sonado el despertardor a las 6.40 de la mañana me quería morir, y he apurado hasta las 7.55.
Al medio dia, recién comido, me he ido con la bici al Cabo de Gata. 70 km entre ir y volver. Hasta la Fabriquilla. Hacía un día espectacular. La playa parecía paradisíaca y estaba casi desierta, sólo con algunas caravanas de jubilados extranjeros tomando el sol. Ellos si que saben. Mientras, los jubilados españoles se dedican a mirar obras y jugar a las cartas.
Hoy hacía poco viento y he disfrutado un montón. Me encuentro cada vez mejor en la bici. De los 70 km en 2h y media he estado 50k acoplado, y de esos 50, 35 con el plato grande. Con unas pulsaciones medias de 120. Tranquilo.
Ayer y antes de ayer hice doble sesión: natación por la mañana a las 7 y carrera por la noche, sobre las 10. 4500 metros de natación y 24 km de carrera en total en los dos días. En la carrera hice cambios de ritmo los dos días, pero aún así mantuve las pulsaciones medias bastante bajas a pesar de ir a ritmos altos un buen rato cada día.
Mañana me toca un día intenso. me voy a dormir ya!
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