Es para mi , dificil describir todas y cada una de las sensaciones que tuve el mi debut en el Triatlon.
El día comienza a las 6:00 de la mañana, con los saltos de mis peques en mi cama, y diciéndome que no tienen que dormir mas, porque después del bibi nos vamos a la playa a la carrera de papa, ellos ilusionados y yo debo de confesar con bastantes nervios, por los 750 m de nado que me esperaba aunque entrenándolos los hacia sin dificultad o eso es lo que me decía mi mente.
Nos montamos en el coche y el diluvio empieza a caernos desde Granada hasta Torre del Mar ( Que panza de agua). Me encuentro en Torre del Mar con Ivan Conde, otro Q, y procedemos a cambiarnos y prepararlo todo.
Los dos dudábamos si seriamos capaces de hacerlo con ese temporal pero nos mirábamos y no nos hablábamos. Preparado todo, mis peques me desean suerte.
Ya con el neopreno y en primera linea de playa, metemos los pies en el agua y solamente estaba a 13,5 º. Escuchamos la bocina y nos tiramos al agua, las primeras sensaciones fueron horribles, tanto por el frío como por el movimiento de agua causado por los 200 nadadores, sentí golpes en la cara, patadas e incluso un nadador paso por encima mía, pensé que no iba a ser capaz de terminar, pero pasada la primera boya, me tranquilice empece a alargar la brazada y cuando me quise dar cuenta , estaba saliendo del agua, momento en que pensé que ya lo había conseguido pero todavía no sabia lo que me esperaba.
Cogimos las bicis y empezó a diluviar, creo que fui mejor encima de ella, por lo contento que estaba por haber salido bien del agua. La única sensación especial que tuve en la bici fue en la bajada que intente frenar y la bici dijo que nanai, dejé que la bici navegará hasta llegar a la transición.
En la T2 antes de ponerme las zapatillas, saqué todo el agua que tenían y me puse la visera, no por el intenso sol, sino para evitar la caída de agua en la cara.
Comencé en este momento a disfrutar de la carrera, consciente de que no iba hacer tiempo por lo complicado que estaba el paseo de la playa por la cantidad de agua y sin darme cuenta, estaba entrando en meta, momento en el cual me acordé de mis dos grandes compañeros de carrera ( Jose Tallon, y Dani Tavora) que espero que la próxima la corramos juntos.
Mi sensación una vez terminada ha sido de satisfacción, al poder comprobar, que si bien las condiciones no eran las mejores, no ha sido tan duro como pensé durante toda la semana anterior. Espero que me llegue la copa por correo ya que le dije a mis peques que me llegaría por haber terminado.