Después de tres intensas jornadas de bici, hoy me ha apetecido nadar en el mar. Sin prisas. Normalmente aprovecho cuando estoy con mis niñas en la playa y se pueden quedar con alguien para nadar un poco. Hoy me he ido yo sólo a las 9 de la mañana en ayunas a la playa y he nadado casi una hora.
El mar no estaba plato pero si muy tranquilo para nadar. La bahía de La Herradura es preciosa, y a esa hora, con la playa vacía, todavía más. La he nadado entera paralelo a la playa, sin alejarme mucho. No es plan de que me dé un tirón o algo y encontrarme a tomar por culo de la orilla.
El agua estaba calentita, lo normal en el mediterráneo por estas fechas. Pero de vez en cuando venían unas corrientes de agua mucho más fría que me dejaban helado. He disfrutado mucho. Me encanta nadar.
Este fin de semana no voy a hacer nada, quiero estar descansado para el maratón de baile que me voy a dar en el Creamfield . El domingo a recuperar sueño y a descansar todo lo que pueda.
Estas fotos son del otro día. El segundo de éstos tres días seguidos de bici. En una de ellas se puede ver a una cabra montés tumbada tranquilamente en la roca, a la sombra. Ni se inmutó con nuestra presencia.
El lunes a correr, que no he corrido esta semana y tengo un poco de mono.