Media Maratón de Granada 2012, mi segunda media descalzo.

Ayer corrí la Media Maratón de Granada , un año más. Ya no sé ni cuantas ediciones llevo, creo que 6 seguidas.

Cada carrera es especial. En cada carrera encuentras una motivación diferente y única: es la primera vez, quieres mejorar tiempo, corres con alguien, corres sólo, han ido a verte unos amigos, te esperan tus niños en la meta, etc. La primera vez que la corrí fui sólo. No conocía a nadie. Llegué, corrí y me fui. Ayer corrí junto a mis 4 hermanos, mi cuñado, varias decenas de amigos e infinidad de conocidos. Incluso me saludó gente que yo no conocía. Alucinante. Poco a poco y entre todos estamos convirtiendo esta carrera en una fiesta y en lugar de encuentro. Ojalá siga así muchos años.

La carrera en sí para mí no tenía mucha historia. Ya la corrí descalzo el año pasado y no tenía dudas sobre si iba a poder hacerla o no. Ni siquiera dudaba por la amenaza de lluvia. Quería correr descalzo y así lo haría lloviera o no.

Al final no llovió durante la carrera, pero sí la noche anterior. Esto hizo que el recorrido estuviera justo de la única manera que no quería y que a su vez me producía algunas dudas, trozos mojados y trozos secos.

Mi objetivo para acabar el año es el maratón de Málaga . Quiero correrlo en menos de tres horas descalzo. Por eso la media maratón de Granada justo un mes antes era un test perfecto. Era una oportunidad perfecta para correr a ritmo similar al que voy a llevar en Málaga. Si no hubiera sido por esto, habría ido acompañando a alguno de mis hermanos.

Después de hacernos una foto de grupo con parte de la familia Q, fui directamente a colocarme en la zona de salida. Quería estar bien situado para tener espacio y no tener que esquivar gente, subir aceras, etc. Me coloqué muy al principio junto a todos los galgos del TriGranada.

Poco a poco nos vamos apelotonando y sin calentar y entre las bromas y preguntas de los que me rodean y me ven descalzo, dan la salida.

Este es el momento que más temo. Hay mucha gente, hay que dar curvas cerradas y no veo bien el suelo. Además los pies están muy fríos aún. Me concentro mucho en ver donde piso y en poco tiempo tengo mi espacio adecuado para correr sin problemas. Veo algo delante de mi a mi amigo César y aprieto para cogerlo. Prefiero ir con el a ir sólo. Sé que lleva un ritmo parecido al mío y mi mejor marca en media maratón es de hace dos años en Almería gracias a él.

Hacemos unos primeros km muy rápidos, y no estabilizamos el ritmo hasta el 8 o así, por la calle Arabial. Los 10 km se me pasan volando, casi sin enterarme. Los pasamos en 38 altos.

El año pasado noté mucho los diferentes tipos de asfalto de la ciudad, sobre todo al principio. Los primeros km los pasé regular al tener los pies fríos y pasar por la zona con el asfalto en peor estado (zona del Palacio de Deportes, aún en obras). Luego entraron en calor y la segunda mitad fue un placer. Este año me he encontrado bien los pies desde el principio. Supongo que ya están mucho más acostumbrados y adaptados. Daba igual que pisara acera, alcantarillas, línea blanca, zona central, lateral, etc. Por todos lados iba bien. Sólo iba huyendo de las zonas mojadas pero no por miedo a resbalarme, si no por evitar que la piel se ablande con la humedad y luego se levante al volver a pisar zonas de asfalto seco.

Al contrario de lo que pueda parecer, el pie descalzo agarra muy bien en mojado, mucho mejor que casi todas las zapatillas. Pisando asfalto mojado tienes una sensación de agarre y control total, y como el pie está muy irrigado no sientes nada de frío. Incluso sientes el agua calentita. El problema es pasar después a asfalto seco y otra vez a mojado, etc. Tarde o temprano la piel se resiente. Yo lo sabía porque ya me pasó en mi primera ultramaratón corriendo descalzo . En esa ocasión aguanté bien hasta el km 50 aprox. Ayer sólo eran 21 km, pero al ir mucho más rápido tampoco sabía si aguantaría bien hasta el final.

A partir del km 10 empieza la zona con pendiente hacia arriba, subiendo constantemente hasta el 15 o así. Toda esta zona la hago muy bien, manteniendo el ritmo y adelantando gente, siempre con César. Es cuando termina la zona de subida cuando empiezo a notar en la almohadilla del pie izquierdo la sensación de rozadura. Ya queda poco, pero si se rompe la piel y se produce herida el dolor puede ser tremendo hasta el final, así que me concentro aún más si cabe en mi pisada y en no friccionar o empujar con el pie, sino en levantarlos rápido y avanzar por la inclinación del cuerpo.

El cansancio ya empieza a hacer mella. El recorrido ahora pica hacia abajo siempre y César se me escapa algo. Decido quedarme a lo mío, pendiente sólo de mis pies. Si me empeño en seguirlo puede ser que lo pague después o incluso que no llegue.

La entrada en la Gran Vía fue espectacular. Hay más gente que ningún año animando y por ahí el asfalto está seco y es muy lisito y suave. Reyes Católicos igual, pero al ser con más pendiente hacia abajo voy menos cómodo. Ayuntamiento, Ganivet, Carrera de la Virgen… Eso está hecho. Toda esta zona la hago volando. Entre la gente, el buen asfalto y quedar ya tan poco, hace que apriete bastante. Recorto espacio al grupo que llevo delante, donde está César. Ya sólo quedan 3 km, pero son los más duros. El Camino Bajo de Huétor se hace largo y mucho más empinado de lo que en realidad es. Será por eso que me noto los pies tocados. Ya voy convencido de que tengo alguna herida en el pie, aunque pequeña y soportable.

Por fin llega el último km, todo cuesta abajo. En vez de dejarme ir controlo el paso más que nunca. Prefiero perder algunos segundos y conservar mejor los pies. Entro al estadio y noto el peor suelo de todo el recorrido. En vez de tartán parece auténtico papel lija. Nada más entrar me miro los pies y veo que no tengo nada, ni un roce. Donde tenía sensación de herida me toco y está algo sensibilizada al tacto, pero nada más. Creo que si la carrera hubiese sido más larga me habría acabando saliendo. Es decir, si hubiese sido un maratón. Espero que no llueva en Málaga la madrugada del 9 de diciembre.

Par0 el crono en 1.25.43 (dorsal 795) puesto 110 de la general (3000 participantes) y 22 de mi categoría (veterano B). Se pueden consultar las clasificaciones aquí .

Enhorabuena a todos los Qs, a los TriGranada y todos los corredores que allí estuvisteis, pero sobre todo a mis 4 hermanos. Ha sido un verdadero orgullo correr sabiendo que vosotros estabais allí también.

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