Con el maratón de Castellón descalzo (barefoot) del pasado domingo 7 de diciembre, siento que de alguna manera se ha terminado un ciclo que empezó hace 3 años, cuando corrí en Málaga mi primer maratón descalzo. En realidad comenzó unos meses antes, el día que corrí por primera vez descalzo, allá por abril del 2011.
Al contrario de lo que mucha gente pueda pensarse, la lectura del libro Nacidos Para Correr lo que despertó en mi fueron las ganas de correr distancias más allá del maratón, no el hecho de correr descalzo. Lo de correr descalzo fue llegando poco a poco, meses después, según iba descubriendo y leyendo cosas en internet.
Cuando conseguí correr una hora seguida descalzo sin tener ninguna molestia y disfrutando, enseguida me pregunté si sería posible correr un maratón descalzo con esas mismas sensaciones. Yo ya sabía que sí, porque en septiembre de 2011 conocí gente como tu y como yo en Nueva York que ya lo hacía. Aún así, quería que comprobarlo por mi mismo.
En noviembre de 2011 corrí en Granada mi primera media maratón descalzo y un mes después, en Málaga, mi primer maratón descalzo, comprobando que sí era posible hacerlo.
Una vez contestada esta pregunta, me surgió otra. ¿Podría correr una distancia mayor? Unos meses después, abril del 2012, realicé una ruta de 75 km por la antigua N-340 yendo desde la costa de Granada hasta Granada capital, también descalzo y en poco menos de 7 horas. Ahora me parece una barbaridad y una temeridad esa progresión, tan rápida, pero entonces no sabía lo que se ahora ni había nadie cerca que me pudiera advertir. Por suerte no me lesioné.
Satisfecha esta curiosidad sobre la distancia, ahora surgía otra sobre la velocidad. ¿Sería capaz de mejorar mis tiempos en carrera hasta el momento yendo ahora descalzo? Para ello tendría que bajar de las 3 horas en maratón o acercarme mucho.
Lo intenté en Málaga 2012 y fracasé, teniéndome que retirar en el km 35 con una herida en el talón. El asfalto pelapatatas de Málaga me pasó factura.
Apenas dos meses después, en febrero de 2013, lo volví a intentar en Montilla en un recorrido no homologado y medido con el GPS de mi reloj. Fue una experiencia alucinante en la que me sentí muy arropado y acompañado por toda la buena gente de Montilla, con mi amigo Pepe Roldán a la cabeza, al que siempre estaré agradecido. Paré el crono en 2h59m19 en un recorrido muy duro, con varios km en subida y fuerte viento en contra. Aquí puedes leer sobre ello y ver algún vídeo.
Para finales de ese año 2013, me propuse atacar un récord Guinnes, concretamente el « Fas ter 100 km Barefoot». Tramité la petición con Guinnes y me contestaron en pocos días. Tenía tres meses para hacerlo. En ese momento el récord lo tenía un tío de la India en 10h40m, algo muy asequible para mi puesto que yo pretendía dejarlo en unas 8.45 o 9 h. Sin embargo, arrastraba una fascitis desde unos meses antes y no se me acababa de eliminar, así que lo fui posponiendo. Me pasó, lo de la fascitis, por pasar a correr de un día para otro 30 km en asfalto a 30 km en montaña, estoy convencido.
Corrí por tercera vez el maratón de Málaga descalzo ese 2013 para probarme, pero corrí lesionado con la fascitis y decidí parar para recuperarme al 100×100, así que los 100km tenían que esperar. Mientras tanto, un neozelandés pulverizó el récord dejándolo en 8h47m y a mi me fueron surgiendo otras inquietudes. Quizá algún día lo intente, pero hoy por hoy no me siento con ganas de hacerlo.
La idea del maratón descalzo por debajo de 3 horas me volvió con fuerza. Ya lo había hecho pero quería dejarlo plasmado en un maratón oficial. Así llegué, aconsejado por Emilio Sáez Soro, al estupendo Maratón de Castellón, ciudad que había visitado ya en tres ocasiones para correr la MIM Pelegrins , en la que me siento muy bien tratado y en la que siento ya que tengo grandes amigos.
MI CARRERA
Este año ha sido muy propenso en carreras para mi, más que ningún otro. Entre unas cosas y otras me he cascado 3 ultras (Ultra Tabernas en marzo, Marató i Mitja en mayo y Ultra Sierra Nevada en septiembre ), 6 o 7 carreras por montaña y cross de entre 20 y 30 km y una maratón de montaña, el Maratón Alpino Jarapalos, tres semanas antes del maratón de Castellón (15 de noviembre). Todas estas carreras las he hecho con sandalias y la única en asfalto el maratón descalzo de Castellón.
Mis entrenamientos han ido destinados casi exclusivamente a la montaña, salvo 3 o 4 específicos en asfalto descalzo de cara al maratón de Castellón en las últimas semanas. Además en uno de ellos, 2 semanas antes, me salieron unas molestias en el lateral de un pie haciendo series de 1000 a ritmo alto, por lo que anulé algunos entrenos más de velocidad que tenía previstos esa semana y descansé. No me sentía cansado ni se me ha hecho largo el año, pero si sabía que llegaba al maratón algo lento y con poco asfalto en las piernas.
Mi estrategia en carrera era muy simple: salir con el globo de las 3 horas y pegarme a el cual lapa hasta el final. Obviamente, si me sentía con fuerzas, intentaría dejarlo atrás, pero nunca antes del km 25 o 30. Creo sinceramente que mi ritmo de maratón descalzo es de 4 min/km, pero decidí ser más conservador e ir a 4.15 aprox. Menos mal que lo hice así.
A pesar de mi experiencia en carreras, en esta dejé muchas cosas para última hora y llegué a la salida con el tiempo justo (8.30) y varias cosas por hacer: no tenía imperdibles para el dorsal, no sabía cómo ponerme el chip, no encuentraba la pegatina del guardarropa, no había ido al baño por segunda vez, etc… Como para ponerme a buscar a los demás en meta para hacernos fotos. Os pido disculpas a todos por mi torpeza. Además de todo eso, es la primera vez que salgo con el sistema de cajones y tengo que dar varias vueltas hasta encontrar el mío. Menudo globero estoy hecho.
Por fin allí, en mi cajón, intento relajarme y concentrarme en lo que viene por delante. Busco a Rodrigo, que lleva el globo de las 3 horas, y me pego a el.
Nada más salir, hay tropiezos y caídas y el pobre Rodrigo se va al suelo y revienta el globo. Durante unos metros voy bastante preocupado hasta que lo veo corriendo de nuevo como si nada. Poco a poco se van abriendo espacios.
A mi lo de correr en grupo en carrera no me gusta nada, prefiero ir solo, pero se que en este caso es lo mejor.
Hay un momento en el que estoy tentado en dejar al grupo, cuando el valiente de Angel (otro descalzo) me dice que va a tirar un poco más rápido. Casi me voy con el porque me notaba un poco lento a ese ritmo y con demasiada gente alrededor, pero mantengo la cabeza fría, se que eso es muy largo, y le digo que me quedo con el grupo, que tire el todo lo que pueda y que reviente el crono.
Van pasando los kilómetros y el asfalto de Castellón es una maravilla. Si alguien quiere debutar en maratón corriendo descalzo no creo que haya mejor sitio. Esto unido a que las plantas de mis pies están ya mucho más curtidas y a que yendo en el grupo no hace falta que mire el reloj, hace que sólo tenga que concentrarme en correr. No disfruté más del recorrido porque al ser tantos en el grupo tengo que ir muy pendiente para no caerme, no tropezar con alguien, etc.
Practicamente nadie del numeroso grupo de las 3 horas dice nada de mis pies desnudos, salvo un corredor de un club de Ciudad Real que si me pregunta varias veces cómo los llevo durante el recorrido. Yo creo que salvo ese corredor y Rodrigo, todos los demás se piensan que no voy a durar ahí mucho rato y me ven como algo pasajero, anecdótico y poco serio. Finalmente consigo entrar delante de todos ellos, ya que el grupo se va descomponiendo poco a poco y en los críticos kms finales ya no quedan más que 3 o 4 corredores además de los dos prácticos o pacemakers.
Al pasar la media maratón, volviendo de El Grao ( donde Benjamín y Joaquín se pegan su mariscada ), me doy cuenta de que no va a ser fácil y de que voy a tener que emplearme a fondo. Esos kms en ligera subida, sin gente y con el viento en contra se hacen duros de verdad.
Aunque voy bastante tostado y sufriendo, en el km 36 o así le digo a Rodrigo que voy a suicidarme intentando dejar atrás al grupo. Vamos para 2h58m y no es que quiera hacer menos, pero pienso que yendo solo delante de ellos los kms van a pasar más rápido y si tengo un mal momento iré con más margen de tiempo.
Tengo momentos en los que me siento volar y otros en los que no puedo dar un paso más, pero después de haber llegado hasta ahí no iba a pararme ahora por nada del mundo, así reventara. Concentración máxima y a sufrir, que para eso es un maratón.
2h58m09s, tiempo oficial final, a 4.13 min/Km de media. En mi reloj unos segundos menos. Que yo sepa, récord de Europa de maratón descalzo.
Objetivo cumplido y pregunta contestada: fui capaz de ir más rápido descalzo que cuando corría con calzado amortiguado. Exactamente 13 minutos más rápido en un maratón. ¿Puedo hacerlo más rápido con sandalias? ¿Y descalzo? Quién sabe… Habría que volver a Castellón para comprobarlo.
Mi alimentación.
El día previo me levanto a las 5 a.m para conducir hasta Castellón y llegar a la charla que es sobre las 12.30.
Una vez terminada la charla, tengo todo el día por delante. Estar en Castellón un día entero, sin nada que hacer, sin niños y con buenos amigos, incitaba a estar relajado y tomarse alguna cervecita;)
Comida: Ensalada, bistec con patatas y unas cuantas cervezas con los amigos del CA Running Castellón. Después de comer, una vuelta por la feria del corredor y paseo por el centro de Castellón hasta por la noche con Luigi y Rafa Pobo.
Cena: 2 pintas de sidra inglesa especial (había una promoción) y hamburguesa con salsa brava que engullí como si no hubiera comido en varios días.
Día de carrera.
En ayunas, media hora antes de la salida, 50 g de UCAN en 500 ml de agua y cuatro comprimidos de alga espirulina.
En carrera : agua, agua de mar en ampollas bebibles (3) y un gel los últimos km del maratón (por el 36 aprox.)
Después de conocer desde hace algún tiempo los beneficios del agua de mar para beber y de tener muchos problemas de calambres en Maratón Alpino Jarapalos , en esta carrera decidí probar estas ampollas en carrera. Conocía el agua de mar para beber, ya publicamos aquí algo sobre eso, pero desconocía la existencia del agua de mar filtrada y libre de impurezas y suciedad hasta que mi amigo Juanma Eskorbuto me habló de las ampollas de Laboratorios Quinton . Antes del maratón las probé en algunos entrenamientos.
A pesar de no haber cuidado mucho mi dieta el día previo, no tuve ningún problema muscular ni atisbo de calambres. Tampoco necesité comer nada más, si bien es verdad que el gel que me tomé en el tramo final (y que había comprado el día de antes en la feria del corredor), me sentó de maravilla, aunque creo que fue más mentalmente que otra cosa.
Si le dices a un maratoniano que en la comida pre-carrera se coma un filete, en la cena pre-carrera una hamburguesa, que no desayune el día de carrera y que se tome 50 g de UCAN (que aportan unas 160 calorías) media hora antes de correr y que se olvide ya del tema alimenticio hasta la meta, probablemente se crea que te has vuelto loco. Y si ya le dices que por el camino irás bebiendo ampollas de agua de mar, lo rematas. Lo de ir descalzo no se lo diría para no acabar de convencerlo de mi locura… Yo mismo hace unos años me habría partido de risa si alguien me lo dice.
Algunas conclusiones.
– Correr mucho tiempo y a tu máxima velocidad descalzo en asfalto es posible.
– Correr mucho tiempo y a tu máxima velocidad usando principalmente tus reservas energéticas es posible.
– Correr descalzo, incluso un maratón, no es una habilidad al alcance de unos pocos. Es algo potencialmente a alcance de todos porque todos tenemos unos pies diseñados para usarlos descalzos. Si eres capaz de correr un maratón con zapatillas, serías capaz de hacerlo también descalzo. Sólo hay que hacerlo muy progresivamente y sin prisas, esforzándote en aprender. Correr descalzo te obliga a tener que correr relajado, tarde o temprano, por muy burro que seas. Si no, no avanzas o te lesionas.
– Ponerte descalzo te da una perspectiva nueva, más simple, más natural y más sencilla . Dejas de darle tanta importancia al calzado y mucha más a los pies y a cómo te mueves. Esto es aplicable a otros aspectos de la vida. Por muy impetuoso que seas, correr descalzo te obliga a frenarte e ir despacio porque si no te la pegas. Hasta que no consigues correr relajado y dando tiempo al cuerpo a adaptarse, no avanzas o el cuerpo te manda señales a modo de lesiones o molestias para que pares.
Esto puede hacer que algunos de los problemas, dolores o molestias que tenías antes corriendo desaparezcan, aunque no siempre. En cualquier caso, la mejora técnica y el fortalecimiento de los pies y de todo el tren inferior que se sufre es indiscutible. No es necesario correr un maratón descalzo, pero si recomiendo a todo el mundo, seas corredor o no, tengas molestias o no, pasar más tiempo descalzo.
– Para poder correr descalzo es importante estar primero descalzo. Creo que es más importante reactivar primero el pie, atrofiado por el calzado y por estilo de vida occidental durante muchos años que correr directamente. Este año habré hecho 200 km o menos descalzo, 50 de ellos en el último mes. Sin embargo he pasado más tiempo descalzo que nunca y en distintas superficies, además de ir andando descalzo a muchos sitios. Esto, junto con hacer ejercicios (descalzo) de técnica y de fortalecimiento de dedos, sentadillas, saltos, escaleras, equilibrio, core, etc., hará que corras mejor y que puedas correr incluso descalzo si quieres.
– No creas nada simplemente porque alguien lo diga, porque salga en un revista o porque todo el mundo lo tome o lo haga. Busca información por tu cuenta y compruébalo realmente por ti mismo. Ten la mente abierta y no digas que no se puede a nada de antemano. Algunas veces las cosas no son lo que parecen o lo que dabas por hecho.
-Las zapatillas, ya sean amortiguadas o minimalistas, no producen ni quitan lesiones . Las lesiones se las produce uno descansando poco, corriendo mucho, corriendo mal o haciendo las tres cosas a la vez.
– Si corres felizmente y sin lesiones con tus zapatillas amortiguadas de siempre y sin tener ni idea de cual es tu cadencia o de cómo pisas, no cambies nada, sigue corriendo así. El cambio puede ocasionarte lesiones y problemas que no tenías.
– Si te lesionas habitualmente o no estás satisfecho con cómo corres, prueba a correr descalzo. Si quieres hacerlo bien, consulta con gente que ya lo haya hecho y aprende de sus errores. Olvídate de estudios y estadísticas. Pregunta a la gente o busca asesoramiento y experimenta contigo mismo. Con cabeza, información y cuidado, no te va a pasar nada malo, hagas lo que hagas.
Se termina un año y empieza otro. Una nueva etapa, con nuevos desafíos y nuevas metas.
Espero que podamos seguir compartiendo juntos algunas de ellas.
¡Feliz Navidad a todos y próspero 2015!
Pd: Agradecer a todos los corredores que ante mi propuesta a que nos contaran sus experiencias corriendo estos últimos maratones han tenido la cortesía de tomarse su tiempo y contarlo en este blog. Y recordad que todo el que quiera puede hacerlo, no hace falta ir descalzo o con los pies al aire.
Muchas gracias a todos.