El pasado domingo 27 de enero corrí mi segunda carrera del año, el Cross Batalla de Munda, en Montilla (Córdoba). Con esta carrera ya llevo el doble de todas las que hice en 2018, el año pinta bien.
Montilla se convirtió hace 7 años en cita obligada para los corredores minimalistas de España y con los años se ha convertido en una carrera muy consolidada y en un encuentro de amigos, sean minimalistas o no. Digo expresamente minimalistas (y no descalcistas) porque en ese término incluyo a los descalcistas, ya que para mi un corredor no puede considerarse minimalista si no disfruta corriendo descalzo y si no entiende lo importante que es correr descalzo (aunque no sea siempre, por supuesto) y pasar tiempo descalzo con regularidad.
Creo sinceramente y en mi humilde opinión que las categorías minimalistas en las carreras ya no tienen mucho sentido. Creo que en lugar de dar visibilidad al concepto minimalista y a la importancia de la técnica, como pasaba hace algunos años, ahora lo difuminan y crean confusión entre los corredores, apuntándose en esta categoría corredores que no son realmente minimalistas y ni han corrido nunca descalzos ni piensan hacerlo, entre otras cosas porque no le ven el sentido. Simplemente piensan que llevar unas zapatillas sin drop o con muy poco es ser minimalista, aunque la suela tenga 20 cm de grosor y aunque talonen al correr.

Que haya, al menos en estas carreras que son por campo, una especie de categoría especial o algo así para los que completan el recorrido descalzos, si me parece bien. Hacer 19 km corriendo descalzo por el campo, además de ser limitante en cuanto a velocidad para la mayoría, sí da visibilidad al minimalismo y sí puede hacer que otros corredores piensen y reflexionen al verlos sobre su manera de correr, sobre sus lesiones o dolencias y sobre el calzado que llevan. Sin embargo esto no ocurre por ver alguien corriendo con zapatillas, aunque sean sin drop o incluso minimalistas puras. Es una reflexión mía que ahí dejo, a ver qué pensáis vosotros.

En cuanto a la carrera en sí, estoy bastante contento con lo vivido el domingo. Yo fui solo y directo desde Granada el domingo por la mañana, por lo que no tuve mucho tiempo para estar con la gente que conozco ni de conocer a otros. Aún así, pude saludar a bastantes conocidos y amigos, ponerles cara a otros que conocía por las RRSS e incluso conocer a corredores minimalistas que no conocía y que volaron en sandalias por los campos de Montilla. Mi más sincera enhorabuena a todos, es un gusto ver tantos y tan rápidos. Mención especial a un corredor de Espejo (creo) llamado Esteban Gómez, con el que pude hablar un poco en meta ya que entró justo detrás mía, a muy pocos segundos, haciendo todo el recorrido corriendo descalzo. Espectacular. Ni que decir tiene que fue el campeón de la categoría descalcista. Yo me encontré bastante bien y entré en meta bastante contento, en 1h22m siendo el 22 de la general y el 7º de mi categoría, veteranos B.

El día 5 de enero en la primera carrera del año que hacía, los 10 km de la Base Aérea de Armilla, entre en meta cojeando con un fuerte dolor en el gemelo que me ha tenido en recuperación y sin poder correr hasta la semana previa a Montilla. Estoy muy contento porque apreté todo lo que pude y la pierna no se resintió nada de nada. Incluso corrí al día siguiente lunes y seguía todo perfecto. Espero que no me dé más problemas porque el año pasado me pasó exactamente lo mismo en la misma pierna y en el mismo sitio en cuanto aumenté un poco la intensidad de mis entrenamientos. Llevaba desde primeros de diciembre entrenando para correr el maratón de Castellón descalzo el 24 de febrero próximo y esta recaída me ha cortado todo el entrenamiento. Pero no pasa nada, ya saldrán otros objetivos. Mientras tanto me apetece ir corriendo carreras más cortas y rápidas por Granada y seguir dándome caña con el crossfit. El próximo domingo correré la primera prueba del Gran Premio de Fondo de la Diputación de Granada, La Industrial de Armilla, de 1o km.
Enhorabuena a todos los finisher y nos vemos por los montes y por el asfalto, descalzos o calzados, y por supuesto en Montilla el año que viene.



Completamente de acuerdo con lo que manifiestas a cerca de tu punto de vista sobre minimalismo en las carreras y que no nos quieran cambiar el concepto de que correr con mucha amortiguación y sin drop es minimalismo. También muy de acuerdo con tu opinión respecto a los «corredores descalzos», ya que para afrontar este tipo de carreras con recorridos tan duros, pedregosos y estresantes para la planta de los pies necesitan mucho entrenamiento y amor propio. Aprovecho para felicitar a Esteban Gómez por su buen tiempo a pesar de estar el terreno muy complicado. Un saludo
Un post muy interesante tanto para para profesionales como para amateurs como es mi caso. Ademas coincido con la oponión anterior de Teodoro. En ocasiones me parece que el running se ha convertido más en una pasarela de moda que en un deporte. Volver a lo sencillo, a contactar con la naturaleza y no simplemente a mostrar las últimas zapatillas de moda me parece vital
En ocasiones escucho que el running es un deporte simple pero requiere de un mantenimiento y de vez en cuando de alguna visita a profesionales para que nos asesoren y cuiden mientras mejoramos en este deporte, que es la pasión de muchos. Yo en general suelo ir cada pocos meses a una clínica de fisioterapia, y sin duda disfruto mucho más del running desde que lo hago.
En la actualidad yo corro en compañía gracias a una App que contacta a distintas corredoras mujeres, para ir acompañadas. Se llama Sincronizadas, por si a alguien le sirve.
Totalamente de acuerdo con tu opinion de las categorías minimalistas, han sido practicamente descuidadas en mucho sentido y es algo que da pena.