Penyagolosa Trails® MiM es una prueba de resistencia en régimen de semi-autosuficiencia que se celebra desde 1999 (19 ediciones ya, una de las carreras por montaña más antiguas de España) y que parte desde la ciudad de Castellón, al nivel del mar, para acabar en lo alto del Penyagolosa, a unos 1300 m de altitud. En un tiempo máximo de 15 horas, los corredores deben completar 63 km con 3045 m de desnivel + acumulado y 1833 m dedesnivel – acumulado, atravesando las localidades de Castellón, Borriol, Villafamés, Les Useres, Lucena, Xodos y Vistabella, para llegar a la meta situada en Sant Joan de Penyagolosa a 1.280 metros de altura.
En el año 2012, a Rafa Pobo se le ocurre plantearnos a los corredores descalzos (barefoot) o minimalistas el reto de competir en la modalidad «Pelegrins Barefoot Trail Running» dentro de la «MiM», animándonos a compartir experiencias y a competir entre nosotros y en relación al resto de participantes de la «MiM». Para ello busca y contacta a través de las redes sociales con los grupos de corredores descalzos y minimalistas que en esa época ya habían surgido en España, entre ellos nosotros los de Cualquiera Puede Hacerlo , que aceptamos el reto y desde ese momento adoptamos la MIM en su versión Pelegrins como «nuestra carrera», primera en España en la que se hacía mención al uso de este tipo de calzado y en la que se establecía una categoría especial minimalista con la única intención de difundir y dar a conocer entre el resto de participantes esta manera ancestral y natural de correr.
En la web de la carrera se dice exactamente:
«Esta particular carrera por montaña está inspirada en «Els Pelegrins de les Useres», quienes siguiendo una tradición que se remonta al siglo XIV, el último viernes de abril de cada año, descalzos o con sandalias, emprenden su peregrinaje por senderos de montaña desde la población castellonense de Useras (les Useres) en busca del ermitorio de San Juan de Peñagolosa. Este recorrido, denominado el «Camí dels Pelegrins» , fue declarado Monumento Natural en 2007, y por él deben guiarte tus pies hasta la meta situada en el hermoso Parque Natural de Peñagolosa». Además de un respetuoso homenaje a «Els Pelegrins» , lo que se pretende con esta idea es «divulgar y poner en valor otra forma de correr basada en la utilización de las cualidades naturales del cuerpo humano. La adaptación del corredor minimalista o descalzo al terreno montañoso requiere de una buena adaptación y técnica depurada. No se trata en absoluto de ningún reto morboso en busca de ver quién aguanta más el sufrimiento. Cualquier corredor que practique el «barefoot» sabe que se trata más bien de todo lo contrario, buscar sensaciones que nos hagan disfrutar con toda plenitud del placer de correr». Y así ha sido hasta ahora, que acaba de celebrarse su 6ª edición el pasado sábado 22 de abril.
Para mí ir a la MIM es algo muy especial, no es una carrera más. A lo largo de estos años desde aquella primera edición he ido forjando muchas amistades en esta carrera. Desde gente con la que tenía contacto por RRSS y allí nos hemos puesto caras hasta gente con la que coincidía en carrera, entablaba conversación y al año siguiente volvían para correr la MIM con sandalias. Es además la única carrera por montaña que he corrido con mis 3 hermanos a la vez (año 2013).
Llevaba 2 años sin poder ir pero por suerte este año sí he podido, y allí estaba a las 6 am del sábado 22 en la pista de atletismo de la Universidad Jaume I de Castellón con mi hermano Moisés y nuestro amigo Migue Maciá, los tres en sandalias y con más frío que frío (no en los pies, pero sí en el resto del cuerpo).
Esta edición ha sido para mi la más cómoda de largo. Aunque estoy corriendo poco y mucho menos en terreno pedregoso de montaña, llegaba en buen estado de forma. Las palizas en bici, la natación y mis entrenamientos con kettlebells están dando sus frutos y me encuentro muy bien física y mentalmente. Aún así sabía de mis limitaciones por falta de correr en montaña y desde hace tiempo tenía decidido tomarme esta carrera como un buen entreno de calidad de cara al objetivo de la primera mitad del año, el UltraTri de Motril del mes que viene. Correr una carrera como esta a un mes del UltraTri te da la confianza suficiente para afrontar la doble maratón del tercer día sin problema alguno.
Feria del corredor y recogida de dorsales, pequeña charla con Depa.
Mi carrera
Esta vez y para variar, llegamos con tiempo suficiente antes de la salida para prepararnos con tranquilidad. Nos colocamos muy atrás, para evitar barullos y salimos muy tranquilos en estado de semi congelación, ya que las temperaturas habían bajado bastante y a las 6 de la mañana hacía bastante fresquito (unos 6ºC).
Los primeros 14 km los hacemos muy tranquilos y con mucha paciencia, ya que nos chupamos todos los tapones posibles, además de ir esperándonos unos a otros. Poco antes del control del km 14 me separo un poco de ellos obligado por el tráfico de gente, llegando solo al avituallamiento. Allí los espero sin comer nada porque no tengo hambre y les digo que a partir de ahí los dejo, que necesitaba coger un poco más de ritmo para ir más cómodo.
El resto de la carrera lo hago a un ritmo cómodo, sin forzar, disfrutando como nunca del recorrido. Las piernas me respondían bien en las bajadas y estaba disfrutando mucho adelantado gente subiendo y bajando. Es lo bueno que tiene venir desde tan atrás. Además el día era espléndido y la temperatura fresca pero agradable. Estaba mucho menos hablador que otras veces y muy concentrado en el terreno, en mi mismo, en mis pensamientos y en mis sensaciones, sin importarme demasiado el tiempo. Lo que más me importaba era cómo me sentía.
Así llego a Les Useres, km 34 , donde empieza la parte menos corredora. Recuerdo otros años llegar muerto a este punto, pero este año llegaba en perfecto estado. A mitad de recorrido entre este punto y el siguiente (Torrencelles, km 44), comienzo a notar en las bajadas los pies muy machacados, cansados o saturados, no se muy bien cómo definirlo. Correr tanto tiempo sobre piedras te machaca si no llegas muy habituado a hacerlo. A partir de aquí tengo que bajar muy despacito, y tengo un pequeño bache de ánimo del que no me recupero hasta llegar al 44.
Desde aquí a meta, la parte más dura con diferencia, me encuentro fuerte en las subidas y en las zonas corribles, pero llevo los pies muy machacados y en las bajadas pierdo mucho tiempo. Llego a meta en 8h40m00, 35 minutos más lento que mi tiempo de hace 2 años. Pero llego mucho más entero y habiendo sufrido muy poquito, sintiéndome muy feliz por la carrera realizada y por como me encuentro. Escribo esto el lunes siguiente por la tarde y es la primera vez que después de correr una MIM o cualquier otra carrera por montaña puedo andar, saltar y bajar escaleras con total normalidad y sin dolor en las piernas, algo totalmente nuevo para mi. Solo he notado los cuádriceps algo doloridos cuando empujo en la pared nadando.
Alimentación en carrera
La MIM es una carrera en la que no necesitas llevar nada para comer durante la carrera si no quieres. Cuenta con suficientes avituallamientos y lo suficientemente cerca unos de otros que con un bidón o botellita de agua para portar es suficiente. Se puede hacer perfectamente hasta sin llevar agua encima. La que yo llevaba de 200 ml llegaba llena al avituallamiento siguiente.
Yo llevaba la mochila para guardar la ropa que me iba a ir quitando y para llevar mis sobres de Totum Sport . También llevaba una dosis de UCAN en polvo para reconstituir (por si acaso, pero que no utilicé) y un huevo duro que no me había comido en el desayuno. Antes de la salida desayuné un plátano y un bidón de UCAN. Durante las más de 8 horas de carrera sólo comí fruta en cada avituallamiento (plátanos, naranjas, sandía y melón), 2 trozos de bocadillo de atún con aceitunas del avituallamiento de Les Useres (km 34), 2 trozos de coca, quiche o similar en Torrencelles (km 44) y el huevo duro que llevaba. Además de esto, iba rellenando una botellita de agua de plástico de 200 ml y bebía un sobre de Totum Sport cada hora y media aprox. Esta vez llevaba sobres de sobra para que no me faltaran y poder dar alguno en carrera. A tres corredores les di la vida (al menos momentáneamente), 2 vomitando como posesos y otro acalambrado entero. Esos tres se acuerdan de mi durante un tiempo seguro.
Por mi parte, cero calambres y sensaciones buenísimas, algo que achaco principalmente al consumo de Totum y su aporte de sales minerales 100×100 asimilables. Al igual que otros años, los principales problemas que he visto en carrera a otros corredores han sido calambres y vómitos.
La hidratación correcta en pruebas de larga distancia es más importante y determinante que la alimentación. En este artículo y en este otro puedes saber más sobre esto.
Para terminar y no enrollarme más, simplemente dar las gracias a Rafa Pobo por abrirnos (literalmente) las puertas de su casa. Nos volvemos muy contentos una vez más de Castellón sabiendo a ciencia cierta que volveremos sí o sí.
Enhorabuena a todos los finisher minimalistas o no, y mi admiración al podio masculino y femenino de la categoría minimalista, mención especial a las chicas Ioana Petenchi, Sonia Farfán y Ana Pérez por su extraordinario nivel. El campeón masculino, Francisco Mendoza, reincidente desde la segunda edición, es simplemente de otro planeta.
Gracias también a las empresas que colaboran conmigo en UltraTri Spain Motril 2017, Instituto Oftalmológico Granada , AGAZ Abogados , Helados Nordwik , Farmacia kronos y Sapiens Human Runner .
La próxima en Motril en menos de un mes y entre medias, la media maratón de Granada.
¡Nos vemos!