“En su tercera edición esta carrera, que consiste en correr a pie por la nieve, entró en una nueva dimensión, esa que diferencia a las pruebas deportivas normales de aquellas que dejan huella. Aquellas a las que sus participantes se refieren con orgullo cuando dicen “yo he hecho esa carrera””.
Asi escribían de la Ternua Snow Running el lunes en el periódico Ideal Granada. Y si, me siento muy orgullosa de haber participado y finalizado esta prueba.
Creo que nos apuntamos en Noviembre, en dos días ya no habían dorsales disponibles, luego sacarían otros 50 que tardaron horas en volar. Como casi siempre nos apuntamos sin saber muy bien a que, aunque si sabíamos de esta prueba y habíamos visto imágenes de ediciones anteriores. El año pasado habíamos corrido muchos días en nieve en nuestras salidas domingueras con los arapahoes, también habíamos corrido en la sierra, del verano hasta ahora al menos cuatro veces habíamos ido a Sierra Nevada y subido al Veleta, Elorrieta o Los machos. Sabía que era correr con nieve, mucha nieve, y también sabía que significa correr en la Sierra, pero ambas cosas juntas no, y ambas cosas juntas junto con un temporal de nieve, frio, ventisca y niebla tampoco.
Yo tenía muchas ganas de que llegara el día. Durante la semana todos los días mirábamos el parte meteorológico, contrastando con Cetursa, con los partes del aemet, tiempo del iphone, y un largo etc….pero sinceramente a mi me daba un poco igual. Quizá por ignorancia, no me asustaba el frio. Si nos decían que habría niebla y temporal, pues pensaba que si al final la carrera se hacía es que la organización lo tenía todo controlado para ello. Asi es que estaba bastante positiva ante el reto.
Me pensé mucho que ponerme, porque si bien el frio previsto era de unos -15º, yo soy super calurosa y lo paso mal cuando voy abrigada en exceso. Asi es que hice muchas cábalas y el resultado final fue genial, porque no pase frio y fui muy cómoda. La mochila la hicimos a conciencia, la organización requería material que sin él no podías participar, asi es que no se nos podía olvidar nada. Y con todo preparado voy al Asadero donde habíamos quedado los cuatro que íbamos, Fran ruiz, Fran Quiros, Ñusi y yo. Alli también nos encontramos con los bichos Pablo y Roberto. Quedamos con tiempo suficiente por si había cualquier imprevisto, y menos mal, porque kilómetros antes de llegar al parking ya había retenciones por la nieve, gente poniendo cadenas, guardia civil controlando tráfico, aún así llegamos con tiempo suficiente de escuchar el briefing que la organización tenía preparado. Alli nos enteramos que el recorrido había sido modificado debido al temporal. Sin prestar mucha atención a esto, normalmente prefiero no saber el perfil del recorrido, si presto atención a todos los consejos en indicaciones que nos dieron allí, porque sinceramente la tarde no pintaba buena.
Ya con todo preparado nos fuimos al control de dorsales y equipo, e intente calentar un poco….donde ya me pegó el primer bofetón la altura. Unas cuantas fotos, café, risas, y en salida. Empezamos a correr, no tardamos mucho en perder de vista a los dos Franes, y también nos pasaron Roberto y Pablo, seguimos unos metros corriendo, alcanzo a Ñusi que iba mas adelantada y recuerdo que le dije “joder Ñusi que colocón llevo”, y era así, el mareo provocado por la altura y la respiración entrecortada por el frio y el esfuerzo, no me dejaban apenas respirar, pero sin prestarle mas atención que la justa, paramos de correr y empezamos el ascenso caminando, tan rápido como las nieve nos permitía, nieve que no paraba de caer de forma bestial y con mucho viento que de momento venía de espaldas. Ya anochecido, con bastante niebla, yo que no soy esquiadora y no me conozco las pistas, no sabía muy bien por donde iba, solo seguíamos a la gran hilera de frontales delante de nosotras. Y subir, y subir….y subir, ya habíamos subido bastante cuando vemos a los primeros participantes que están bajando, una imagen chulísima de frontales en hilera bajando a un ritmo bestial, hasta que Ñusi me dice, “tia estamos en borreguiles, son las instalaciones del telesilla Al-Ándalus”, y a lo lejos vemos a gente de la organización contabilizando dorsales e indicándonos que bajábamos tras ellos. Y le grito a Ñusi, venga vamos y empezamos a descender a gran velocidad con una ventisca que ahora venía de frente y hacía que no pudiéramos ni respirar, que daño hacía la nieve en la cara, creo que bajé todo el rato gritando…y literalmente comiéndome los mocos….dios mio, pero que flipada. Teníamos que hincar bien los talones para no caer rodando, y tomar aliento de vez en cuando. La niebla se iba haciendo mas espesa, pero estamos llegando a meta, se oía la música, y con este temporal pensamos que al final no nos harían dar la segunda vuelta. Pero cual es nuestra sorpresa que cuando pasamos por meta, primer avituallamiento, nos dicen que continuemos. Oh dios mio, miro el crono y veo 1:23, y dando la vuelta oigo como están aplaudiendo al ganador, Dios en 1 hora y 23, y a nosotras aún nos queda la segunda vuelta. Que bestia¡¡. Bajamos el ritmo y Empezamos de nuevo a subir, esta segunda subida aunque un poco mas corta que la primera a mi se me hizo mas larga, imagino que el cansancio ya hacía mella y la nieve caía cada vez con mas ganas, como se hundían los pies y como costaba dar el siguiente paso. A lo lejos veo de nuevo a gente de la organización tomando apuntes de dorsales y nos dicen que ya bajamos,…ya bajamos¡¡¡ y de nuevo a toda leche empezamos a bajar por las pistas, poco antes de llegar a la nevera, me pregunta Ñusi que que tal porque iba rezagada, y es que iba muy mareada, pero no quería parar, quería llegar, me encontraba realmente mal, con muchas ganas de vomitar, pero había que seguir ya quedaba muy poco y bajábamos, de nuevo oímos la música y ya estamos ahí, se ven las luces del crono y se oye mucha gente, y si..Ñusi y yo cruzamos la meta casi atropellando al de la organización que estaba recibiendo a los participantes. Sin pararnos ni un segundo, vamos a por nuestras mochilas y a buscar a nuestros amigos, que estaban esperándonos en el sitio donde nos daban la cena. Primeras impresiones, “que dura”. Y si lo fue, porque correr en esas condiciones fue algo muy duro y extremo, pero a la vez muy gratificante y una experiencia increíble. Repetiría con los ojos cerrados.
Después de eso, ducha calentita, ropita seca aunque helada, las mochilas habían estado en la nieve durante la carrera. Cenita donde también nos reencontramos con Pablo y Roberto, compartir impresiones, risas, cervezas, premios, mas risas, mas nieve…y vuelta a Granada.
Me alegro enormemente de habernos apuntado un poco a lo loco a esta prueba, y de haber arrastrado de Fran Ruiz y de que este a su vez arrastrara del gran Quirós. Sin duda los mejores compañeros. Aunque estos dos nos dan mucha caña a Ñusi y a mi, siempre creen en nosotras y se que se sienten orgullosos de nuestros logros, como si fuesen suyos.. Ha sido genial compartir esto con ellos. Lo pasé muy bien y como he dicho anteriormente lo volvería a repetir con los ojos cerrados. Respecto a Ñusi solo decir que no he visto persona mas disciplinada en mi vida, como ha ido avanzando pasito a pasito, y que fuerte está ahora. No hay quien pueda contigo. Y que no hay mejor amiga con la que cruzar metas. No puedo terminar esta crónica sin ser sensiblona y deciros que os quiero mucho amigos.
Y la siguiente….CXM los Guajares….y hasta ahí puedo leer…