Título esta crónica así por qué fue como me la tomé desde que empece a plantearme el ir o no a Castellón.
Hice la inscripción en la MIM más por un gesto impulsivo que pensando lo que realmente era esa carrera.
Recuerdo que Santi Ruiz me decía, vente, inscríbete, es una carrera de 60km que te la tienes que tomar como 6 etapas de 10 kms cada una. Y sin pensarlo mucho me presento en la línea de salida el sábado 11 de mayo a las 6 de la mañana.
1ª Etapa:
Salimos de Castellón, una salida muy emocionante, mucha gente, aplausos de los familiares y amigos allí presentes, fuegos artificiales, y cuando menos te lo esperas estas corriendo por un carril anexo a la autovia, donde algunos camioneros hacen sonar sus cláxones saludándote.
Fran Ruiz, Pequi, Ignacio Martos y Fran Quirós van unos metros adelantados, pero sin perderlos de vista, y Moi se queda con Guille y conmigo, creo que su intención era tirar de nosotros aunque se descolgara de sus Arapahoes, buen gesto por su parte. Llegamos al primer avituallamiento en el KM 13,9. Los Arapahoes nos llevan unos 12 minutos de diferencia y deciden irse para no enfriarse. Bebemos algo en el avituallamiento y continuamos…
2ª Etapa:
Saliendo del avituallamiento nos encontramos a Pepe Roldán y su amigo, no recuerdo el nombre, terminamos de comer andando y comenzamos a correr. Cuando empiezan los primeros repechos me descuelgo, quedan muchos kms por delante, y más aún recordando una frase que no me quitaba de la cabeza, que me habían dicho en varias ocasiones antes de la carrera, « la verdadera carrera, lo duro empieza en Useres (km33) «. Así qué me lo tomo con calma y cojo mi ritmo. Mi siguiente objetivo el segundo avituallamiento, km 23,7.
Me encuentro bien, ritmo cómodo para mi, concentrado en lo que me espera y disfrutando del paisaje. Sobre el km 20 alcanzo a una mujer, tendría cincuentaitantos años, iba desencajada, « ¿cuánto falta para el avituallamiento? «, me pregunta, « no me queda agua «, me dice. Quedaba aún un rato para el avituallamiento así que saco mi bidón de reserva de mi mochila y le relleno dos pequeños botes que llevaba ella, lo justo para aguantar. Me quedo unos minutos con ella andando, la mujer no sabe como agradecermelo, y de pronto saca una bolsita y me dice, « ¿quieres una pastilla?, no es nada raro son de isostar «, « no gracias «, « guárdatela que te hará falta «, le dije.
Así continúe corriendo, llegue al segundo avituallamiento, rellene mis botes, bebí líquido, algunos dátiles y a por el próximo objetivo, Useres (km 33)…..
3ª Etapa:
Hace buena temperatura, paisaje muy chulo, cortijos con familias reunidas para pasar el día que no paraban de animar, sigo a mi ritmo, ando, corro, alterno subidas andando y bajadas trotando, y sin darme cuenta me presento a unos don kms de Useres, donde me esperan Álvaro, Juanma y Luigi, con la bota de vino por supuesto. Me paro con ellos, bebo de la bota, cojo mis bastones, y me dice Álvaro «vas a seguir», claro le digo, para que he venido si no, veo su cara al responderle, sin hablar me decía «ole tus huevos». Se van al km 52 me dicen a esperar a Santi, les digo que no se preocupen que a mi me esperen en meta, que terminar término!!!!
Así qué continuo y llego a Useres…
4 Etapa:
Ya estoy en Useres, cojo dos bocadillos, unos dátiles, un plátano, Pepsi, relleno mis botes de agua y me siento en la fuente a comer tranquilamente, había que reponer, a partir de aquí empezaba el rock and roll, y ya llevaba 33kms acumulados en las piernas, algo que nunca había hecho antes, ya que lo máximo que había corrido por montaña eran 30kms.
Después de unos 15 minutos inicio la marcha, siguiente objetivo cuarto avituallamiento (km 43). Salgo de Useres y empieza una subida interminable, menos mal que no hacia calor, no había ni un árbol, ni una sombra. Me pongo mis cascos y a escuchar música, andando tranquilamente hacia arriba hasta coronar, para continuar con una gran bajada hasta el km 40, donde había un avituallamiento solo de líquido. Llego ya bastante tocado, y un voluntario, mayor, curtido me dice « ¿cómo estas Mariano? «, levanto la cabeza, « ¿te conozco? » le digo, « no, llevas el nombre en el dorsal » me responde, joder estaba que no sabía ya ni lo que llevaba puesto. Bebo agua con él y le digo, « ya término el maratón» (estábamos en el km 40), « ahora solo me queda la media «. « Esa es la actitud «, me dice. Entonces me cuenta una anécdota de él el año pasado en esta misma carrera. Me dice que es corredor habitual, concretamente maratoniano, y que el año anterior propuso a su grupo de corredores hacer la MIM. Eran todos maratonianos, hartos de hacer kms todos los dias, pero que cuando llegaron al km 42 de la MIM se bloquearon mentalmente y no pudieron continuar. No se sí sería verdad, pero lo cierto es que me levanto la autoestima de cara a la parte final de la carrera.
Llego al cuarto avituallamiento (km 43)…..
5ª Etapa:
Me duele todo el cuerpo, llego casi sin agua, relleno mis botes, me preparo un bidón de sales que bebo tranquilamente, hago pis y continuo, no quería enfriarme, si estaba mucho tiempo parado de allí no salía, y ya merodeaba por mi cabeza la intención de retirarme. Así qué continuo hacia el siguiente objetivo, km 53.
El desnivel sigue aumentando, las piernas empiezan a flojear y cuando peor física y mentalmente me encontraba empieza a llover. Lo que en un principio eran cuatro gotas rápidamente se convierte en tormenta, saco mi chubasquero antes de mojarme más, pero en cuestión de minutos estaba empapado, calado hasta los huesos, helado de frío, con dolores desde la cintura hasta las unas de los pies, agotado, y una subida que no terminaba y no daba ni un respiro en cuanto a desnivel. Llevaba las lágrimas saltadas, no aguantaba el dolor de pies, saco mi iPhone de la mochila a ver si podía contactar con los otros y veo dos mensajes en el wasap, uno de Noelia, mi novia, dándome ánimos, mandándome fuerzas, etc, y otro de un compañero de trabajo y amigo, igualmente dándome ánimos, algo que me sobrepuso.
Pensé mucho en ellos, en Noelia por lo que significa para mi, y en mi compañero por que se había acordado de mi en unos momentos difíciles para él, lleva 6 meses luchando contra un cáncer, el cual tiene casi extinguido ya de su cuerpo. Bastante tiene el para animarse, como para animarme a mi. No sé, me dio fuerzas.
Así llegue a unos tres kms del último avituallamiento, sería el km 50 más o menos, ha parado de llover y ha salido el sol, momento en el que aprovecho para salirme de la ruta marcada, esconderme entre unos arbustos, quitarme toda la ropa mojada, quedarme desnudo, y secarme un rato al sol para entrar en calor. En ese momento me vi la cadena que llevaba colgada al cuello, días antes se lo dije a mi hermano Moi, me la llevaba para los momentos duros que sabía que iba a tener. Una cadena con un alto valor emocional para mi, lleva colgada dos cosas, una que me regalo mi abuela, y otra, una medalla que tenemos cada uno de mis hermanos con nuestro nombre, y que tenía nuestra madre colgadas a una pulsera. La vi, la cogí, se me puse el bello de punta, me acorde mucho de ellas, me dio fuerzas, en esos momentos todos los sentimientos se multiplican, tuve mi rato a solas pensando!!!!!. Saque la muda de ropa seca y a continuar, me quedaban 15kms, esto estaba hecho!!!!!
Continúe hasta Xodos (km53)……
6 Etapa:
Llego a Xodos, último avituallamiento, el grueso de corredores ya han pasado, motivo que no hace que tanto los espectadores allí presentes como los voluntarios te animen como al primero, te miran como si fueras alguien, o por lo menos así me hicieron sentir, eran muy conscientes del esfuerzo que estábamos haciendo cada uno de nosotros. Al igual que en el anterior avituallamiento casi ni paro, lleno botes, algún plátano y a continuar. Salgo de Xodos con una bajada que me hace recuperar, si es que se podía recuperar ya algo, para continuar con una subida espectacular, completamente solo la engullo no sin sufrir bastante, pero ya estaba al lado, todo el sufrimiento acumulado lo vería recompensado en la línea de meta.
Empiezo a ver las señales del Alto de Penyagolosa, a partir de ahí eran tres kms de bajada, mi ánimo sube considerablemente, voy a conseguir my objetivo, pero los dos últimos kms para coronar se hacen eternos. Mis piernas no responden, me duele la cadera, los pies no puedo apoyarlos bien por el dolor, aunque mi cabeza me decía aguanta, sufre, que ya estas cerca. En esos momentos uno saca la capacidad de sacrificio y sufrimiento que tiene, que aunque sabía que tenía, no sabía hasta cuanto aguantaría.
Poco antes de coronar el Alto de Penyagolosa me adelanta Nano Piesnegros, que crack!!!, descalzo a buen ritmo y con apariencia de no sufrir nada. Joder como ha sido capaz este tío de pisar por donde hemos pisado, de aguantar tantas horas, si él es capaz de terminar yo también, pensé. Así fue afronte los últimos tres kms más animado, escuchaba ya los altavoces de la línea de meta, aunque no se veía nada, sólo árboles y árboles.
A falta de 500 metros me encuentro a Álvaro, había subido un poco en mi busca, vamos Mariano que ya has llegado, ¡enhorabuena!, están estos esperándote, me decía. Se me nublaba casi la vista, estaba destrozado, pero entrando en meta, entre familia y amigos, recibiendo aplausos, viendo el reconocimiento de la gente por el esfuerzo realizado, aunque sin poder disfrutarlo bien por las pésimas condiciones físicas en las que llegue.
En definitiva experiencia dura, bonita, que no dudo en repetir. Cerca de 11h solo con la montaña, luchando contra ella en muchos momentos, donde me he puesto a prueba, prueba que porque no decirlo he superado, para mi, a lo grande!!!!!
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