Eso es lo que tiene el fisio que hay debajo de mi casa, en Almería, manos mágicas. Me han dolido sus masajes de una forma bestial, pero han merecido la pena.
El lunes pasado, justo hace una semana, salía a correr y llegaba a casa andando, con dolor en la zona de un gemelo. Y hoy, he salido a correr otra vez y he tenido que contenerme y tener paciencia para no seguir corriendo después de 40 minutos. Y en asfalto y con las FiveFingers. Parece increíble pero es cierto.
Después de sólo 2 sesiones con el fisio, jueves y viernes, y de estar sin correr desde el lunes, me dijo que el sábado empezara a correr. Sólo 30 minutos y por terreno blando. Lo hice. Muy despacito, con mucha precaución y algo de miedo pero encontrándome bien.
Al día siguiente, el domingo, 50 minutos por asfalto pero con zapatilas normales. Recuperé mis Mizuno Wave Rider. Al correr por asfalto no quería sobrecargar la zona y preferí correr con ellas. Fuí fijándome mucho en la pisada y no me dolió, pero me noté muy raro con ellas. Sin sensibilidad, con los pies encerrados, muy incómodo. No es que vaya a correr ya siempre con las zapatillas de dedos, o quizás sí, no lo sé, pero creo que sí siempre con zapatillas minimalistas. Ya no hay vuelta atrás.
Y hoy, la prueba de fuego. Esta mañana me ha dicho el fisio que ya estaba bien y que podía correr con las FiveFingers, pero que tuviera cabeza y no corriera más de media hora. Al final he estado 40 minutos, 8 km, y no he tenido la más mínima molestia. He llegado tan contento que me he puesto a dar palmas cuando estaba llegando, como las que doy siempre cuando llego a meta en cualquier carrera.
Tres días seguidos corriendo y unos 20 km. Cojonudo. La foto de arriba me la he hecho nada más llegar. Me he puesto las medias de compresión para correr estos días y noto que se cargan mucho menos los gemelos y los sóleos. También he notado que la gente se fija mucho más ahora en las zapatillas. Supongo que el ir con las medias hace que te miren las piernas y entonces ven las zapatillas. los caretos que ponen son la leche.
Y a partir de ahora, no voy a perdonar los estiramientos ni una sola vez, algo que antes no hacía siempre.
>