Corre como un humano – Run like a human

A estas alturas del año ya nadie puede negar que el calzado minimalista ha llegado para quedarse.

Lo que hace pocos años era algo muy minoritario, poco a poco está pasando a ser mucho más mayoritario e incluso me atrevo a decir que será algo bastante generalizado en unos pocos años más. No hay más que echar un vistazo al mercado actual y ver por donde están tirando todas las marcas. En este post de zapatillasminimalistas.net se hace un buen repaso de cómo están evolucionando las marcas hacia modelos mucho más ligeros, menos amortiguados y con menos protección. Y aunque se refiere a modelos de trail, es totalmente extrapolable a modelos de asfalto.

Esta transformación general del calzado para correr, de la que ya hablamos en su momento en este otro post, es algo positivo y que nos alegra, pero también es un arma de doble filo.

Con el aumento de corredores que se deciden a usar zapatillas minimalistas para correr está habiendo un lógico aumento de corredores que se lesionan corriendo con ellas. La razón es simple: más corredores con calzado minimalista, más probabilidad de corredores con calzado minimalista lesionados. Es pura estadística. Pero aparte del motivo estadístico, hay otro motivo más preocupante.

Una vez que las marcas han aceptado (no les ha quedado otra) los argumentos en contra de la excesiva amortiguación, del drop elevado y de los controles de pronación, se han limitado a transformar sus zapatillas según las « nuevas » evidencias y punto. Casi ninguna marca se ha molestado en hacer ver a sus consumidores o clientes que lo importante y lo fundamental, mucho más allá de aligerar las zapatillas o disminuirles el drop, es cambiar la manera de correr, máxime si llevamos años usando y corriendo con un calzado muy amortiguado y sobreprotector.

Casi ninguna marca (sólo Vivobarefoot lo hace) se ha molestado en decir que lo más importante es aprender a usar nuestra anatomía y nuestros sistemas amortiguadores, es decir, re-aprender a correr. Y lo que está ocurriendo es que el sufrido corredor víctima del mercado y de las marcas, se está lanzando en masa a por esos nuevos modelos minimalistas que prometen maravillas sin tener ni idea de cómo tiene que usar los pies.

Resultado,

-corredores que corriendo con calzado amortiguado no se han lesionado nunca o muy poco, ahora están cayendo como moscas.

-corredores que corriendo con calzado amortiguado se lesionaban, han eliminado las antiguas lesiones (casi siempre de rodilla) pero las han intercambiado por otras (fascitis, fracturas por estrés, metatarsalgias, dolor de sóleos, etc.) que pueden ser aún peores.

Todo esto está dando alas a los negacionistas o incrédulos del calzado minimalista, los cuáles usan este incipiente índice de lesiones para reavivar el manido y cansino debate «minimalista vs amortiguado» y para decir que este tipo de zapatillas no son la panacea y que lesionan lo mismo o más que el calzado amortiguado y con drop elevado que llevan usando toda su vida.

Ante esto, cabría recordar algunas cosas:

  1. Aunque hay calzado que afecta mucho más que otro a la biomecánica natural del pie, las zapatillas ni lesionan ni curan lesiones. Lo que lesiona o evita las lesiones es correr bien o correr mal.
  2. No hay corredores minimalistas y corredores amortiguados. Hay corredores que corren bien y corredores que corren mal, lleven lo que lleven en los pies. Se puede correr bien y se puede correr mal con ambos tipos de calzado, siendo más dañino y peligroso correr mal con calzado minimalista que correr mal con calzado amortiguado.
  3. Con zapatillas minimalistas es más fácil aprender a correr bien porque se tiene más consciencia del entorno y del cuerpo y porque no interfieren en la biomecánica natural del pie.
  4. La mejor manera de aprender a correr bien es hacerlo descalzo. Cuando se corre descalzo el cerebro recibe la máxima información del suelo y el pie se comporta de la manera para la que fue concebido. Al estar descalzo se enseña al cuerpo a correr de manera equilibrada, con la máxima eficiencia y con el mínimo esfuerzo. Aprendes a correr sin golpear el suelo y sin hacerte daño.
  5. Que esto sea así no significa que hoy en día todos podamos adaptarnos a correr descalzos o con calzado minimalista. Estar toda la vida usando calzado amortiguado puede hacer que al dejar de usarlo no estés cómodo, no te adaptes o que te precipites y acabes lesionándote.

Para acabar os dejo con este vídeo a cámara lenta de tres de los mejores corredores de la historia, Kenenisa Bekele, Haile Gebrselassie y Mo Fara.

¿Qué diríais que son, minimalistas o amortiguados?

Yo diría que son humanos corriendo como humanos.

A estas alturas del año ya nadie puede negar que el calzado minimalista ha llegado para quedarse.

Lo que hace pocos años era algo muy minoritario, poco a poco está pasando a ser mucho más mayoritario e incluso me atrevo a decir que será algo bastante generalizado en unos pocos años más. No hay más que echar un vistazo al mercado actual y ver por donde están tirando todas las marcas. En este post de zapatillasminimalistas.net se hace un buen repaso de cómo están evolucionando las marcas hacia modelos mucho más ligeros, menos amortiguados y con menos protección. Y aunque se refiere a modelos de trail, es totalmente extrapolable a modelos de asfalto.

Esta transformación general del calzado para correr, de la que ya hablamos en su momento en este otro post, es algo positivo y que nos alegra, pero también es un arma de doble filo.

Con el aumento de corredores que se deciden a usar zapatillas minimalistas para correr está habiendo un lógico aumento de corredores que se lesionan corriendo con ellas. La razón es simple: más corredores con calzado minimalista, más probabilidad de corredores con calzado minimalista lesionados. Es pura estadística. Pero aparte del motivo estadístico, hay otro motivo más preocupante.

Una vez que las marcas han aceptado (no les ha quedado otra) los argumentos en contra de la excesiva amortiguación, del drop elevado y de los controles de pronación, se han limitado a transformar sus zapatillas según las «nuevas» evidencias y punto. Casi ninguna marca se ha molestado en hacer ver a sus consumidores o clientes que lo importante y lo fundamental, mucho más allá de aligerar las zapatillas o disminuirles el drop, es cambiar la manera de correr para adaptarnos a usar este tipo de calzado, máxime si llevamos años usando y corriendo con un calzado muy amortiguado y sobreprotector.

Casi ninguna marca (sólo Vivobarefoot lo hace) se ha molestado en decir que lo más importante es aprender a usar nuestra anatomía y nuestros sistemas amortiguadores, es decir, re-aprender a correr. Y lo que está ocurriendo es que el sufrido corredor víctima del mercado y de las marcas, se está lanzando en masa a por esos nuevos modelos minimalistas que prometen maravillas sin tener ni idea de cómo tiene que usar los pies.

Resultado,

-corredores que corriendo con calzado amortiguado no se han lesionado nunca o muy poco, ahora están cayendo como moscas.

-corredores que corriendo con calzado amortiguado se lesionaban, han eliminado las antiguas lesiones (casi siempre de rodilla) pero las han intercambiado por otras (fascitis, fracturas por estrés, metatarsalgias, dolor de sóleos, etc.) que pueden ser aún peores.

Todo esto está dando alas a los negacionistas o incrédulos del calzado minimalista, los cuales usan este incipiente índice de lesiones para reavivar el manido y cansino debate «minimalista vs amortiguado» y para decir que este tipo de zapatillas no son la panacea y que lesionan lo mismo o más que el calzado amortiguado y con drop elevado que llevan usando toda su vida.

Ante esto, cabría recordar algunas cosas:

  1. Aunque hay calzado que afecta más que otro a la biomecánica del pie, las zapatillas ni lesionan ni curan lesiones. Lo que lesiona o evita las lesiones es correr bien o correr mal.
  2. No hay corredores minimalistas y corredores amortiguados. Hay corredores que corren bien y corredores que corren mal, lleven lo que lleven en los pies. Se puede correr bien y se puede correr mal con ambos tipos de calzado.
  3. Con zapatillas minimalistas es más fácil aprender a correr bien porque se tiene más consciencia del entorno y del cuerpo y porque no interfieren en la biomecánica natural del pie.
  4. La mejor manera de aprender a correr bien es hacerlo descalzo. Cuando se corre descalzo el cerebro recibe la máxima información del suelo y el pie se comporta de la manera para la que fue concebido. Al estar descalzo se enseña al cuerpo a correr de manera equilibrada, con la máxima eficiencia y con el mínimo esfuerzo. Aprendes a correr sin golpear el suelo y sin hacerte daño.
  5. Que esto sea así no significa que hoy en día todos podamos adaptarnos a correr descalzos o con calzado minimalista. Estar toda la vida usando calzado amortiguado puede hacer que al dejar de usarlo no estés cómodo, no te adaptes y acabes lesionándote.

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