Escribo esto cuando sólo han pasado 3 días desde que terminó UltraTri Motril 2017 , UltraTri4ELA y la única secuela física que tengo es una herida con costra en la rodilla por la caída del primer día en bici y un corte de moreno en brazos y piernas. Mi recuperación ha sido buenísima, mejor que el año pasado. Al día siguiente era de los pocos que no necesitaba coger el ascensor en el hotel de los participantes para subir o bajar y desde el segundo día bajaba escaleras con absoluta normalidad. El martes estuve haciendo un entreno cañero de natación con mi grupo de masters del CDU Granada . El año pasado estuve unos cuantos días con mucho cansancio general y con la mente aturdida, como si tuviera resaca.
Secuelas mentales tengo muchas, porque no puedo dejar de pensar en todo lo vivido en esos días y recordarlo con nostalgia. Aún es pronto para saber seguro si participaré en 2018, pero tengo clarísimo que por mí lo haría. Es una decisión que no sólo me afecta a mi y no puedo tomarla ni en caliente ni a la ligera.
Mucha gente dice o piensa que para meterse en este tipo de pruebas hay que tener un punto (o dos) de locura, pero yo pienso todo lo contrario. Pienso que hay que estar muy cuerdo y saber muy bien donde te metes si quieres terminar y disfrutar del recorrido. Mantener la cabeza en tu sitio durante tantas horas, alguna de ellas en situaciones duras, no requiere locura alguna, si no más bien mucha cordura para no mandarlo todo a la mierda.
Tanto en esta edición como en la anterior he visto a gente pasar un sufrimiento demasiado extremo durante demasiado tiempo, y aunque esas experiencias te pueden aportar mucho y hacer que te conozcas a ti mismo mucho más, normalmente no quieren repetir. Entiendo que en este tipo de pruebas hay que pasar por momentos duros o muy duros, pero estos momentos tienen que ser los menos posibles y poco duraderos, predominando los buenos momentos y el disfrute. Si no fuera así, yo no repetiría.
En esta edición 2017 sufrí un poco más de lo esperado en la carrera a pie, pero nada del otro mundo. Desde la salida estaba bastante cansado, quizá por el excesivo calor del día anterior, por la falta de sueño acumulada o simplemente por agotamiento, pero en el agua y en la bici disfruté mucho y me encontré muy bien.
Este año como ya sabéis llevaba una motivación extra, la de ayudar a Jorge Abarca, enfermo de ELA. Me resulta algo extraordinario y un privilegio poder ayudar a alguien haciendo lo que me gusta. En estos días mucha gente me ha expresado admiración por hacer esto, pero nada más lejos de la realidad. Esto no tiene ningún mérito o sacrificio extra. Simplemente se trata de aprovechar la repercusión que puede tener la carrera para llegar al máximo de gente y conseguir así que más gente sea consciente del problema que es que se despilfarre el dinero público en cosas muchas veces innecesarias y que haya enfermos que podrían tener alguna esperanza y muchas mejoras en su calidad de vida con un poco más de ayuda. Mérito y sacrificio tienen los enfermos y las personas que los cuidan a diario sin ningún tipo de ayuda. Esas son las personas a las que deberíamos llamar, alabar, homenajear, mandar mensajes, ayudar y poner en valor. Nosotros sólo somos personas sanas a las que nos gusta hacer deporte y que por suerte podemos hacerlo, no tenemos nada especial.
Escribir una crónica o relato de todo lo vivido en Motril desde el miércoles hasta el domingo sería algo muy largo que necesitaría muchas páginas y acabaría aburriendo a cualquiera, así que prefiero relatarlo en fotos y vídeos. Pero sí quiero dar las gracias a algunas personas y empresas porque se lo merecen.
En primer lugar a GAES y al jurado de las becas Persigue Tus Sueños por habernos elegido entre los 6 proyectos ganadores de entre los 218 presentados. Esto ha hecho posible una inyección directa de 1250 € , el total de la beca, al proyecto de Jorge Abarca en Projet Mine.
En segundo lugar a mi equipo, mis hermanos Mariano y Moisés. Sin ellos no creo que pudiera participar en esto, o al menos no de la misma manera. No sé si desde fuera se puede apreciar la inmensa tarea que realizan y ni siquiera sé si ellos son conscientes de lo fundamental que es para mí. Cualquiera puede prepararte un bote con líquido o darte algo para comer, pero sólo ellos saben hacerlo de la manera que lo hacen. Los miembros de los demás equipos con los que coinciden en carrera, tanto de este año como del año pasado, flipan en colores al verlos. Pero no sólo es la comida. Es el cuidado extremo en todos los aspectos desde varios días antes de la prueba. Sinceramente, yo no he tenido ni que leer los emails de la organización con las recomendaciones para carrera, material obligatorio, tracks, material recomendable, etc. Ya lo hacían ellos por mí y me lo iban transmitiendo en el momento oportuno. Además, montar bici, guardarla, inflar las ruedas, lavar el neopreno, botiquín, repuestos, ponerme crema, masajes, etc., etc., etc., todo esto en jornadas desde las 5 am hasta las 11 de la noche. Incluso han ido aleccionando a la gente que se me acercaba a animarme o a decirme algo, para que lo hiciera de la mejor forma posible y sin agobiarme. Les ha faltado, literalmente, masticarme la comida para que no me cansara. Es algo que hay ver para llegar a entenderlo. Cuando me caí con la bici entrando en Motril en el km 100 del primer día cuando aún me quedaban 45 km y una buena subida, les dolió a ellos mucho más que a mí. Pedirles que hicieran esto una tercera vez creo que sería demasiado.
Y por último, dar las gracias a unas empresas que gracias a unos buenos amigos y excelentes deportistas no han dudado en ayudarme sin pedir ni esperar nada a cambio:
Instituto Oftalmológico Granada , con mi buen amigo, excelente ciclista y mejor médico, el Dr. Martínez, Dani para los amigos. Casi imposible verlo con un dorsal puesto pero uno de los ciclistas más buenos y con más potencial que conozco. Para el la bici es una forma de vida y solo la concibe en modo disfrute máximo.
AGAZ Sport Abogados , con mi otro gran amigo de adolescencia, Fernando Almendros, abogado, excelente ciclista y profesor de esquí. Persona que me inició en el mundo de la bici, tanto de carretera como de montaña, y al que le debo en buena medida esta afición.
Helados Nordwik , gracias a César Penalva, también amigo de muchos años, ciclista y triatleta. Cuando yo aún no había hecho mi primer triatlón, César ya había hecho algún Ironman y era, y sigue siéndolo, un verdadero referente para mí.
Sergi Fonts, de Farmacia Kronos , persona gracias a la que conozco a fondo y puedo usar la bebida deportiva UCAN, que me supuso un gran descubrimiento.
Y por último, Sapiens Human Runner , club y tienda de Granada especializada en trail y triatlón con Alberto Polo a la cabeza. Persona innovadora donde las haya y con una mente muy inquieta que siempre está inventando. Desde que lo conozco ha estado abierto a cualquier cosa que le he propuesto. Y las que vendrán.
Muchas gracias también a toda la organización de la prueba y a los voluntarios por el esfuerzo que hacen para que todos nos sintamos especiales durante la misma, desde el primer al último participante. Todo el que pasa por UltraTri os lleva para siempre en el corazón. Una experiencia única que recomiendo a todo el que se lo esté pensando.
Salida natación. El mar estaba bastante calmado pero el viento fue en aumento y fue arrastrando la boya que delimitada el circuito haciendo que cada vez hubiera que ir más lejos para dar la vuelta. Nadamos entre 11.500 m y 12.000. Salgo 5º del agua en 3h26m. Esta vez no paso nada de frío, llevo mejor traje y el agua estaba menos fría.
Transición de agua a bici. Tras más de 10 km nadando, quedan 145 en bici con casi 3000 m de subida.
Avituallamiento en el sector de bici del primer día, justo antes de iniciara subida al Conjuro.En el día 2 el avituallamiento era mucho más rápido y estresante y casi todos sin llegar a parar la bici. En los tres días el 70% de mi comida se basó en la bebida de hidratos UCAN. El resto, bocata de aguacate con jamón ibérico, huevos duros y fruta. Sobres de Totum Sport cada 1h30 o 2h, agua y Monster Ultra (sin azúcar y sabor a fresa). Mis hermanos me lo ponían frío con hielo en el bote y me iba bebiendo a pequeños sorbos. Ha sido un gran descubrimiento y me sentaba genial. Me tomé en los tres días, un gel y dos barritas de Infisport de los que iban en la bolsa delcorredor. 32 h totales de carrera.
Entrada en meta día 1. 10.00 h, posición 13 de la general. Este día es el más fácil. La bici controlando mucho.