Si quieres correr barefoot, empieza el año viviendo barefoot.

Hace poco leía este post titulado «El fin de la moda barefoot». Parece que las cifras de ventas de calzado minimalista en USA han empezado a decaer en el primer trimestre del 2013 y que muchos corredores que se habían pasado a este tipo de calzado están volviendo de nuevo al amortiguado debido al alto índice de lesiones que están padeciendo. Estas cifras de ventas y de lesiones están haciendo florecer artículos del tipo «ya te lo dije» por parte de aquellos que nunca creyeron en el barefoot y que siempre pensaron que esto era una moda más, una consecuencia del éxito de ventas de un libro pero sin mucho fundamento detrás.

Como se explica en el post que cito, esto no es nada raro. Las cifras de ventas de las que hablan se refieren a empresas como Nike y otros gigantes que sólo se subieron al carro cuando vieron que el barefoot podía ser negocio y que se bajarán de el en cuanto vean que el negocio está en otra cosa. Empresas que siguen fabricando zapatillas que prometen hacer cosas increíbles y a las que les han puesto la etiqueta de minimalistas o naturales sólo porque se habla de eso.

Que la gente se lesione corriendo con este tipo de calzado igual o más que con las amortiguadas está siendo muy habitual. Muy poca gente toma conciencia de lo que implica realmente el barefoot. El barefoot no es cambiar de zapatillas. Ni siquiera es cambiar la forma de correr. El barefoot implica cambiar de estilo de vida totalmente.

Si quieres correr barefoot, primero tienes que vivir barefoot. No puedes pasarte el día sentado (trabajando, en casa, estudiando, etc), yendo en coche a todos sitios, teniendo los pies encerrados en zapatos convencionales todo el día, etc., y luego salir a correr 3 o 4 veces a la semana descalzo o con calzado minimalista y pretender que en unas pocas semanas o meses estés totalmente adaptado a correr de esta manera, libre de lesiones y haciendo las mismas distancias que hacías siempre. Conseguir eso requiere mucho tiempo y mucha paciencia. Requiere un cambio de mentalidad, que empieza por tomar conciencia de que hay que activar los pies de manera muy progresiva y contínua. Requiere comenzar a vivir barefoot desde que te levantas hasta que te acuestas.

Antes de comenzar a correr hay que aprender a andar, y antes de aprender a andar hay que aprender a estar de pie. Igual que hacen los bebés. Tenemos que reprogramarnos totalmente y recuperar la función del pie y de los dedos, algo que está totalmente perdido y atrofiado. No se trata de comprar unas zapatillas minimalistas y empezar a correr con ellas pensando que son la panacea y la solución a nuestros problemas de lesiones. Tampoco ponerse descalzo nos convierte automáticamente en gacelas africanas con una técnica perfecta, y aunque así fuera, nuestros huesos necesitan un largo período de adaptación. ¿Cuánto dura esa adaptación? Como dice Alex Ventura en los RTC de Vivobarefoot es lo mismo que preguntar cuanto estira un muelle. Pues depende del muelle. Habrá gente que requiera 6 meses, otros que requieran 2 años y otros que nunca se adaptarán. El objetivo no debe ser correr descalzo o con calzado minimalista. El objetivo debe ser recuperar la función del pie y reprogramarnos, lo cual se consigue viviendo descalzo o con calzado minimalista de verdad. Es mucho más lógico estar descalzo en casa, andar, pasar el día con calzado minimalista y ponerse calzado amortiguado para salir a correr que hacer lo contrario. Por eso, todo el que vea esto como una nueva tendencia en el running, un atajo para correr más rápido o unas zapatillas que curan lesiones, lo más probable es que acabe más lesionado, desanimado y de nuevo amortiguado.

Mientras tanto, las marcas y las revistas seguirán dando cifras de ventas e índices de lesiones. Se seguirá hablando de modas y de tendencias, de si es peor o mejor, de si los profesionales corren con esto o con aquello o de si los médicos dicen esto o lo otro. Pero habrá una cosa que no cambiará, y es que el pie está diseñado para moverse y funcionar. Y por lo tanto, el calzado debe interferir lo menos posible en la función del pie, dejándolo actuar libremente.

Si quieres correr barefoot, aprovecha que llega el nuevo año y comienza a vivir barefoot.

¡Live barefoot!

FELIZ NAVIDAD Y FELIZ AÑO BAREFOOT

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