¿Qué se hace primero correr o nadar? El orden ideal para combinar running y natación

Si eres un apasionado del deporte y te gusta combinar diferentes disciplinas para mantener tu cuerpo en forma, es posible que te hayas preguntado en más de una ocasión qué se hace primero, ¿correr o nadar? La respuesta a esta pregunta puede variar dependiendo de tus objetivos y preferencias personales. En este artículo, te daré algunas recomendaciones sobre el orden ideal para combinar running y natación, para que puedas sacar el máximo provecho de ambas actividades.

Realizar una sesión suave en la piscina después de un entrenamiento intenso de carrera

Una de las opciones más comunes es realizar una sesión suave en la piscina después de un entrenamiento intenso de carrera. Esto se debe a que la natación es una actividad de bajo impacto que puede ayudar a recuperar los músculos y reducir el riesgo de lesiones. Además, el agua proporciona una resistencia natural que puede ayudar a fortalecer los músculos y mejorar la resistencia.

Beneficios de la recuperación en el agua

La recuperación en el agua tiene numerosos beneficios para los corredores. En primer lugar, el agua ayuda a reducir la inflamación y el dolor muscular, lo que puede acelerar la recuperación después de un entrenamiento intenso. Además, la natación puede ayudar a mejorar la circulación sanguínea, lo que a su vez puede ayudar a eliminar los productos de desecho acumulados durante el ejercicio.

Consideraciones para evitar el agotamiento

Es importante tener en cuenta que la natación también puede ser agotadora, especialmente si no estás acostumbrado a nadar largas distancias. Por lo tanto, es recomendable comenzar con sesiones suaves y aumentar gradualmente la intensidad y la duración. Además, es importante escuchar a tu cuerpo y descansar adecuadamente entre sesiones para evitar el agotamiento.

Mejora de la circulación sanguínea

La natación también puede ayudar a mejorar la circulación sanguínea, lo que a su vez puede ayudar a acelerar la recuperación muscular. Esto se debe a que el agua ejerce una presión hidrostática sobre el cuerpo, lo que ayuda a mejorar el flujo sanguíneo y a eliminar los productos de desecho acumulados durante el ejercicio.

Reducción del impacto en las articulaciones

Otro beneficio de combinar running y natación es la reducción del impacto en las articulaciones. Correr es una actividad de alto impacto que puede ejercer una gran presión sobre las articulaciones, especialmente si se realiza sobre superficies duras como el asfalto. La natación, por otro lado, es una actividad de bajo impacto que puede ayudar a aliviar la presión sobre las articulaciones y reducir el riesgo de lesiones.

Combinar resistencia y fuerza en una misma sesión, o realizar una doble sesión

Otra opción es combinar resistencia y fuerza en una misma sesión, o realizar una doble sesión de running y natación en días diferentes. Esto puede ser beneficioso si estás buscando optimizar tu rendimiento en ambas disciplinas.

Optimización del rendimiento

Combinar resistencia y fuerza en una misma sesión puede ayudarte a mejorar tu rendimiento en ambas disciplinas. Por ejemplo, puedes realizar una sesión de running seguida de una sesión de natación, o viceversa. Esto te permitirá trabajar diferentes grupos musculares y mejorar tu resistencia cardiovascular.

Equilibrio entre los dos tipos de entrenamiento

Realizar una doble sesión de running y natación en días diferentes también puede ayudarte a encontrar un equilibrio entre los dos tipos de entrenamiento. Por ejemplo, puedes dedicar algunos días a correr y otros días a nadar, lo que te permitirá trabajar diferentes grupos musculares y evitar el sobreentrenamiento.

Consideraciones para evitar el sobreentrenamiento

Es importante tener en cuenta que combinar running y natación en una misma sesión o realizar una doble sesión puede aumentar el riesgo de sobreentrenamiento. Por lo tanto, es importante escuchar a tu cuerpo y descansar adecuadamente entre sesiones. Además, es recomendable consultar con un profesional del deporte para diseñar un plan de entrenamiento adecuado a tus necesidades y objetivos.

Posibles beneficios de la doble sesión

Aunque la doble sesión puede ser exigente, también puede tener beneficios adicionales. Por ejemplo, realizar una sesión de running por la mañana y una sesión de natación por la tarde puede ayudarte a mejorar tu resistencia cardiovascular y tu capacidad de recuperación. Además, la natación puede ayudar a relajar los músculos después de una sesión intensa de running.

Realizar sesiones específicas de fortalecimiento antes de una sesión suave de natación

Por último, otra opción es realizar sesiones específicas de fortalecimiento antes de una sesión suave de natación. Esto puede ser beneficioso si estás buscando mejorar tu rendimiento en la natación y fortalecer los músculos que se utilizan durante esta actividad.

Preparación del cuerpo para la actividad acuática

Realizar ejercicios de fortalecimiento antes de una sesión de natación puede ayudar a preparar tu cuerpo para la actividad acuática. Por ejemplo, puedes realizar ejercicios de fuerza para fortalecer los músculos de los brazos, las piernas y el core, que son los principales músculos utilizados durante la natación.

Mejora del rendimiento en la natación

Realizar sesiones de fortalecimiento antes de una sesión de natación puede ayudarte a mejorar tu rendimiento en esta disciplina. Esto se debe a que los ejercicios de fortalecimiento pueden ayudar a mejorar la técnica de natación, aumentar la resistencia muscular y mejorar la eficiencia en el agua.

Consideraciones para evitar la fatiga muscular

Es importante tener en cuenta que realizar sesiones de fortalecimiento antes de una sesión de natación puede aumentar el riesgo de fatiga muscular. Por lo tanto, es recomendable realizar ejercicios de fortalecimiento de forma adecuada y descansar adecuadamente entre sesiones para evitar la fatiga muscular.

Posibles beneficios de la combinación de ejercicios terrestres y acuáticos

Combinar ejercicios terrestres y acuáticos puede tener beneficios adicionales. Por ejemplo, realizar ejercicios de fortalecimiento en tierra firme puede ayudarte a mejorar la fuerza y la resistencia muscular, mientras que la natación puede ayudarte a mejorar la técnica y la resistencia cardiovascular. Además, la combinación de ejercicios terrestres y acuáticos puede ayudarte a evitar el aburrimiento y mantener la motivación en tu rutina de entrenamiento.