Maratón Alpino Jarapalos, seguiremos corriendo con sandalias.

Este sábado se celebró el famoso Maratón Alpino Jarapalos , en Málaga, el cual corrí, sufrí y disfruté por primera vez, y por supuesto con sandalias, como no podía ser de otra forma. Destaco lo de las sandalias no porque crea que así tiene más mérito o es más difícil, sino porque en principio se suponía que no nos iban a dejar hacerlo así al ser una prueba sujeta al reglamento de la FEDME .

La carrera en si misma es espectacular. Sin duda es el recorrido más bonito al que yo me he tenido que enfrentar en una carrera. Es sencillamente precioso y no sólo por las vistas inmejorables del mar desde la montaña, sino por el recorrido en si. Es un recorrido muy chulo, con mucho sendero, mucha vegetación y mucha montaña. A mi me ha sorprendido muchísimo tener este sitio tan cerca, en las montañas de Málaga. Había zonas en las que realmente parecía que estabas en mitad de una selva amazónica, cubierto de vegetación desbordante de humedad y frescor. De ahí pasabas a un sendero típico de montaña, hacías cumbre y veías el mar… Increíble.

Además el tiempo que nos hizo fue inmejorable. Había estado diluviando hasta pocas horas antes de darse la salida, pero entonces pasó la tormenta y se quedó un día espléndido de un azul intenso y mucha luz, de esos días que sólo pueden darse en otoño en sitios como la Costa del Sol malagueña. Esto hizo que la montaña rebosara de vida, de agua, de frescor, de olores y de colores. Un espectáculo para los sentidos.

Si a todo esto le sumas el acudir con todo el grupo de amigos, el coincidir allí con otros tantos y la excelente organización de un club y un pueblo volcados en su carrera, el resultado sólo puede ser uno: una experiencia extraordinaria que hace que entiendas perfectamente por qué es una de las carreras con más solera y tradición de España y por qué los dorsales duran menos que una bolsa de caramelos en la puerta de un colegio. En muchos sentidos me recordó bastante a la MIM de Castellón, y es que cuando una carrera se organiza por parte de un club sin ánimo comercial (con todos mis respetos a las carreras comerciales, por supuesto), eso se nota y se nota mucho. Hay miles de detalles que no voy a entrar a contar y el que quiera apreciarlos tendrá que ir a correr la MIM o a correr Jarapalos.

Mi carrera

La carrera es un maratón de montaña de unos 44 km y más de 2700 metros de desnivel positivo con otros tantos de desnivel negativo que discurre por las Sierras de Mijas y Alhaurín, muy cerquita de Málaga capital. El recorrido tiene fama de duro, no sólo por el desnivel si no por el terreno, ya que tiene algunas zonas bastante técnicas y muchas zonas con piedras. A esto hay que sumarle en esta edición la humedad del terreno, que hacía que hubiese zonas muy resbaladizas. Yo con las sandalias no tuve el más mínimo problema, teniendo agarre y tracción en todo momento. Sólo me arrepiento de haber llevado los calcetines, ya que aunque no molestan y son muy útiles para cuando haga el suficiente frío, hacen que pierdas lo mejor de correr con sandalias, que es llevar el pie al aire.

Tengo que decir que a mí no me pareció un recorrido tan duro ni tan técnico. Hay una bajada de unos 3 km desde el km 11 (desde el primer punto de control) al 14 o así que se hace un poco pesada. Es la típica bajada que tiene el riesgo y la dificultad que cada uno le quiera dar en función de la velocidad a la que baje. Bajada con mucha piedra y en la que la gente baja a muerte (aún va todo el mundo muy fresco y con buenas piernas) pero que con las sandalias tienes que hacer con mucho más cuidado y en mi caso al menos, más despacio. Se hace un poco larga de más porque ves que te adelantan y que eso no se acaba nunca.

Al llegar a la zona de control de dorsales en la salida, los jueces (una chica muy correcta) nos mira los pies, pone cara de circunstancias, avisa a su compañero y nos dice que por favor nos apartemos a un lado. Parecía un control de la Guardia Civil, jajaja!. Vamos tres corredores con sandalias: mi hermano Moisés, Manu y yo. Los tres vestidos iguales, con las mismas sandalias (LUNA Oso) y con calcetines negros. Parecía que nos estaban esperando.

Nos dice que si sabemos que con eso no se puede correr, a lo que yo le digo que claro que se puede correr, que de hecho lo llevamos haciendo bastante tiempo, en todas las carreras, y que hoy también lo íbamos a hacer. Nos dice que el reglamento dice que hay que llevar calzado adecuado y yo le digo que eso es adecuado y que además llevamos el pie cubierto, tal y como acordaron los jueces FEDME que debía ser, por lo que cumplimos el reglamento a raja tabla. Nos sigue reteniendo allí, apartados y nos anota el dorsal. Yo le digo que correr vamos a correr, que luego ellos podrán decidir si descalificarnos o no y nosotros podremos reclamar en su caso. Le digo medio en broma que o llama a la Guardia Civil o no nos puede impedir salir…

La chica amablemente nos dice que por supuesto, que no tiene que llamar a nadie, que estamos en nuestro derecho de correr. Pasado este trámite, nos juntamos con todos los demás Qs en la salida, nos hacemos fotos, saludamos gente y respiramos el nerviosismo general que hay en la salida de una carrera de esta envergadura.

Yo llego a esta carrera con muchas ganas y en un buen estado de forma. No es que la hubiera preparado específicamente, ya que no llevo ningún tipo de planificación y voy entrenando y corriendo lo que se presenta, pero sí noto que voy mejorando en montaña y cada vez más adaptado a las sandalias. Así que le digo a Manu que nos adelantemos a los demás Arapajoes y que salgamos a buen ritmo, aunque sin perder la cabeza. Además los primeros 11 km son prácticamente todos de subida, que es lo que mejor se me da a mí.

Hago toda la subida a buen ritmo pero reteniéndome, ya que voy con muchas ganas de correr pero no conozco el recorrido y se que queda mucho por delante. A mitad de subida, en el avituallamiento del km 5, me paro a esperar a Manu que venía ligeramente retrasado. Nos juntamos un rato pero vuelvo a despegarme casi sin darme cuenta, buscando mi ritmo. Ya no nos volveríamos a ver en carrera.

Llegué a meta en 5h25m, en el puesto 83 de la clasificación general, 22 de mi categoría. En el punto de control 1 (km11) pasé con 1h02m y en el puesto 38. En el control 2 (km 27) pasé con 3h51m y en el puesto 70.

Aunque perdí muchos puestos en la segunda mitad de la carrera y sufrí bastante en algunos tramos, estoy muy satisfecho con mi carrera. Disfruté muchísimo y me sentí muy fuerte y con mucha agilidad bajando, aunque sigo perdiendo muchos puestos en las bajadas por terrenos complicados. Sin embargo, creo que al tener que bajar necesariamente de una manera más conservadora al correr con sandalias a la larga se compensa porque sufres mucho menos machaque muscular, y cuando llegas a las subidas tienes las piernas mejor que los demás. Así lo fui comprobando durante todo el recorrido. En las subidas, en el pisteo y en las zonas en las que se podía correr rápido, volvía a pillar a la mayoría que me habían adelantado.

Sin embargo, en esta carrera tuve muchos problemas de calambres desde muy pronto. Se que todo el mundo los tiene y no quiero que suene a excusa de ningún tipo. Son parte del juego y hay que saber lidiar con ellos. Yo llevaba ya muchas carreras sin sufrirlos y me había olvidado de ellos. Quizá me confié demasiado y por primera vez no llevé recipiente para agua ni sobres de sales. Me limité a beber un vasito en cada avituallamiento y eso no fue suficiente. Salí fuerte y sudé bastante, algo no muy habitual en mi. Empezaron antes de la media maratón, pero a partir de la media fueron insoportables por momentos, en toda la pierna y en las dos piernas a la vez. Hubo momentos en los que tenía que talonar bastante para que no se me montaran los de la zona posterior de la pierna.

Llegué muy mal al km 32, control de las antenas. Me paré, bebí un montón de agua, engullí varios trozos de plátano y continué rápidamente. No tardé ni un minuto. Si me paro más tiempo no hubiera podido arrancar ni de coña. Ya sólo quedaba bajar, pero bajar era mucho peor que subir. LLevaba 3h50m. Mi objetivo al inicio era bajar de 5 horas. Durante la carrera fui calculando y pensé por el ritmo que llevaba en hacer incluso bastante menos, pero a esas alturas volvía a estar en 5 horas en el mejor de los casos. Comencé a bajar pensando que podría. Al fin y al cabo era casi el mismo tramo que había hecho para arriba en poco más de una hora.

Los calambres se calmaron después de comer y beber y podía correr bien, pero al rato volvieron, poniéndome en mi sitio y haciendo que mi único objetivo fuese conseguir llegar a meta, fuese en el tiempo que fuese. Fue la única parte de la carrera en la que no disfruté casi nada, sólo al final cuando vi que ya llegaba a meta.

En definitiva, una carrera preciosa, espectacular, con buen recorrido, exigente, montañera y corredera, porque se puede correr mucho salvo en alguna subida puntual y no muy larga. Repetiré seguro si puedo el año que viene.

Alimentación

Cena previa: pulpo a la gallega con patata cocida, lomo a la sal y cuscus de mijo con verduras. Todo en raciones muy generosas, me pilló con hambre.

Desayuno: café cortado sin azúcar a las 4.30 a.m , nada más levantarme. Sobre las 6 a.m paramos toda la expedición que habíamos salido de Granada en un bar de carretera y me como media tostada de jamón con tomate y un café con leche sin azúcar.

Carrera: A las 8 a.m., media hora antes de la salida, dos dosis de UCAN sin proteínas en 500 ml de agua fría. Para la carrera me llevo un cinturón con un bote en la espalda que lleva añadida una dosis de UCAN (sólo el polvo) para reconstituir en carrera. Además llevo 4 comprimidos de alga espirulina (proteína vegetal). Cuando llevo unas 2h y media, sin sensación de hambre y con fuerzas, reconstituyo con agua la dosis de UCAN que llevo y me tomo la espirulina. El UCAN (que lleva sales minerales) me lo voy tomando a sorbos para intentar luchar contra los calambres y además aportarme algo más alimento. Aunque no me los quita, me ayuda bastante pero llego con el bote a meta a la mitad. Además en el avituallamiento del 27 y del 32 como trozos de plátano, y agua en todos.

Conclusión : las condiciones de humedad y temperatura y el esfuerzo realizado en cada carrera pueden variar muchísimo, por lo que siempre debes hidratarte lo mejor posible y llevar sales minerales para añadir al agua. Aunque los calambres estén relacionados con la deshidratación, en su aparición pueden influir más factores, como falta de entrenamiento, exceso de desgaste muscular en los km previos y bajadas, correr demasiado al principio, etc. Mil cosas. Si se supieran las causas exactamente, nadie los tendría dos veces.

Correr en montaña con sandalias

Supongo que a todo el mundo le quedará bastante claro que con la preparación adecuada se puede correr con sandalias en montaña sin mayor peligro o riesgo que el que corre con zapatillas. Como en todas las carreras en las que participo, vi varias caídas, torceduras de tobillo, resbalones, dedos doloridos, etc.. Todos llevaban zapatillas y no por eso se prohíbe correr con zapatillas. La culpa suele ser del terreno por donde se va, de la velocidad, de un despiste o del cansancio. Sin embargo, tengo totalmente claro que el día que le pase lo mismo a uno yendo con sandalias se le echará la culpa, inevitablemente, a las sandalias, no al terreno, al cansancio o a un despiste. Eso es así.

Supongo que también le quedará claro a todo el mundo que permitir correr en sandalias con calcetines pero no sin calcetines para cumplir con la obligatoriedad de llevar el pie cubierto, no tiene mucho sentido. Un calcetín te puede evitar algún arañazo con una rama, pero nada más. Y lo mismo que me araño las piernas (acabé los gemelos arañados por todos lados) me daría igual arañarme la parte superior del pie. El calcetín debería ser algo que decidiera ponerse o no el corredor en función del frío o que se exigiera en todo caso en situaciones de mucho frío, igual que pasa con el cortavientos o las mallas largas. Que se exigiera llevarlos, aunque no necesariamente puestos en la salida, igual que no te obligan a salir con el cortavientos o el gorro puestos por mucho frío que haga. Se llevan en la mochila y te los pones en caso necesario.

Aunque a día de hoy no sé si estamos descalificados o no (yo aparezco en las clasificaciones provisionales pero mi hermano Moisés y Manu no) ya que los jueces en meta nos dijeron que tenían que deliberar y que no habían tenido tiempo con todas sus obligaciones durante la carrera, aunque pude tener una larga y distendida charla con el juez principal en meta. Pude exponerle nuevamente mis argumentos y el a mi los suyos, llegando a un buen nivel de entendimiento, o al menos eso creo yo.

Yo le propuse una serie de cosas que le parecieron correctas y me animó a contactar con la FEDME por los cauces reglamentarios para exponerlas y que se tuvieran en cuenta en la revisión del reglamento que se hace cada año, y así lo haré.

Quiero dar la enhorabuena a todos los Qs que lograron terminar este exigente maratón de montaña y a todos los demás corredores y amigos que allí saludé. Son muchos e imposible recordar a todos sin dejarse alguno. Y por supuesto a la organización y a los voluntarios, imposible hacerlo mejor. Mención súper especial para ese gran ejemplo que es para todos Súper Paco. Yo el Súper se lo pongo por su súper humildad. Verlo entrar en meta y ver el recibimiento que tuvo por parte de todos fue Súper emocionante.

Nos vemos en Jarapalos 2015 y en tres semanas en Castellón para acabar el año a lo grande, corriendo el que será mi último maratón oficial descalzo.

Clasificaciones Maratón

Vídeo oficial Jarapalos 2014

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