La natación me salió bien. No me puse muy adelante para evitar un poco los golpes pero no me libré de ni uno. 1500 personas saliendo a la vez es lo que tiene. En palabras de mi amigo Juanma, allí presente, «eso parecía una almadraba». Busqué mi hueco como pude, nadando mucho rato con la cabeza afuera e intenté ir lo más pegado posible a las boyas que delimitaban el circuito. Por eso me llevé tantas tortas, porque todo el mundo buscaba esa zona.
La salida del agua tras la primera vuelta es increíble. Con la playa abarrotada de gente sales del agua, corres unos 20m, y vuelves a entrar para hacer la segunda vuelta. La gente chilla y aplaude como loca. Es un momento muy emocionante.